La Bolsa estadounidense abría en rojo, a pesar del buen dato de empleo conocido en la primera economía mundial. El consenso había calculado la adición de 235.000 nuevos puestos de trabajo el mes pasado, pero finalmente la cifra se ha acelerado hasta los 295.000, aunque el dato de enero se ha revisado a la baja […]
Dirigentes Digital
| 06 mar 2015
La Bolsa estadounidense abría en rojo, a pesar del buen dato de empleo conocido en la primera economía mundial. El consenso había calculado la adición de 235.000 nuevos puestos de trabajo el mes pasado, pero finalmente la cifra se ha acelerado hasta los 295.000, aunque el dato de enero se ha revisado a la baja hasta 239.000, desde los 257.000 iniciales. Por su parte, el paro cae desde el 5,7% y frente al 5,6% estimado. Mientras, los salarios por hora trabajada repuntan un 0,1%, aunque se había previsto un ascenso del 0,2%.
Barclays era algo más optimista, y apuntanba a que la cifra rondar los 250.000, sin embargo, tras el dato ADP de empleo privado (212.000) y aún reconociendo la "volatilidad" inherente a este indicador, afirmaba que había ciertos riesgos a la baja para su estimación. "Esperamos una moderación en el ritmo de creación de empleo tras el fuerte aumento de la contratación de los últimos trimestres y el informe ADP de febrero apoya ampliamente este punto de vista", señalan estos expertos.
Sin embargo, las buenas cifras conocidas al otro lado del Atlántico vuelven a poner sobre la mesa el principal elemento de volatilidad que cad cierto tiempo resurge en el mercado. "Unos buenos datos de empleo darían argumentos a los que defienden dentro y fuera de la autoridad monetaria norteamericana que es necesario iniciar el proceso de subidas de tipos tan pronto como este verano. En sentido contrario, unas cifras por debajo de lo esperado creemos que retrasarían las expectativas al respecto", recuerdan los analistas de Link Securities.
En este contexto, explican que "la reacción a corto plazo del mercado en ambos casos es complicada de anticipar, aunque seguimos pensando que a medio plazo lo mejor para las Bolsas es que la Fed se vea obligada a incrementar el precio del dinero como consecuencia de la fortaleza económica".
La perspectiva de una subida de tipos más temprana de lo esperado vuelve a suponer un empujón alcista para el dólar. El euro ya ha perdido el nivel de los 1,10 y cotiza en 1,08 dólares, mínimos de 2003. Técnicamente, desde Citi señalan que los 1,085 serían el siguiente nivel de soporte, mientras que la primera zona de resistencia, muy lejos, se encuentra en 1,124 dólares.
Y esta fortaleza del dólar es lo que ha vuelto a pesar más para una apertura bajista en Wall Street, que se ha contagiado a las Bolsas del Viejo Continente causando una caída del 0,29% en el Ibex 35, con lo que el selectivo partirá la próxima semana desde los 11.091 puntos.
Javier Urones, analista de XTB, explica que tras la fuertes subidas del mes de febrero, asistimos a una ligera consolidación, necesaria para aliviar la sobrecompra después de un gran mes en el que dejamos atrás los 10.500 puntos con claridad. "Importante la buena respuesta del Índice en la zona de 10.925 puntos, para volver a zona de máximos. Se sitúa así la renta variable española en línea con el resto de índices europeos, las medidas de estímulo anunciadas por el BCE pese a no tener un reflejo claro en puntos, han contribuido a consolidar niveles para el Ibex 35", asegura.
Para la próxima semana, los expertos confían en que la Bolsa española decida romper este rango lateral en el que está cotizando, sin descartar que pueda hacer una tentativa para superar la resistencia de los 11.250 puntos. "Aunque sabemos que será difícil dejar esa resistencia atrás, los impulsos del BCE, la consolidación en los beneficios de las principales empresas así como el segundo plano al que ha pasado la situación financiera de Grecia, intentarán allanar el camino para que la Bolsa de Madrid se plantee un nuevo máximo tras la grave crisis que azotó al euro entre 2010 y 2012", explica Urones.
No obstante, reconoce que si la presión vendedora continúa imponiéndose en los próximos días, podríamos ver caídas que tendrían un primer objetivo en los 10.900 puntos. Desde un contexto internacional y sin ninguna referencia de los principales bancos centrales para los próximos días, tan solo la batería de datos que nos puedan llegar de China y las ventas minoristas del próximo jueves traerán cierto impacto a las principales plazas europeas.
Por su parte, el petróleo vuelve a caer y el Brent vuelve a 60 dólares por barril. El West Texas, en 49. Al mismo tiempo, el oro corrige por debajo de los 1.200 dólares la onza. Finalmente, los mercados de deuda se mantienen relajados en la sesión previa al comienzo del QE: en concreto, la prima de riesgo de España cotiza por debajo de los 90 puntos básicos y la rentabilidad del bono a diez años patrio en el 1,3%.