El elevado tren de vida de José Sócrates en París despertó las sospechas del semanario luso Sol. El ex primer ministro socialista tenía un apartamento alquilado en el centro de la capital de Francia y frecuentaba casi a diario restaurantes de lujo. A Sócrates no se le conocía ningún trabajo remunerado y vivía a todo trapo. Según el medio, la fortuna personal podría ascender a 20 millones de euros, que no están justificados por sus ingresos mientras estuvo en política.
Una de las grandes preguntas del caso es de dónde ha sacado tanto dinero. La investigación periodística apunta que comenzó después de abandonar su cargo como primer ministro. Antes había aprobado varias amnistías fiscales para regularizar capitales. Sin embargo, Sócrates nunca se puso de titular del dinero de los bienes que posee, utilizaba a un testaferro, Carlos Santos Silva, amigo de la infancia, y titular de inmuebles, cuentas corrientes y
empresas en paraísos fiscales.
Su hombre de confianza le mandaba regularmente dinero a Paris, a través de su chófer en cantidades de 10.000 euros mensuales. Sócrates, supuestamente, blanqueaba el capital poco a poco, con su amigo comprando pisos y apartamentos a la madre, para que le llegara al político de forma legal.
Durante su carrera como político, sumados todos los sueldos de diputado, secretario de Estado, ministro y primer ministro, y considerando que no hubiera gastado nada de ellos, sus ingresos subirían a 2,25 millones de euros, diez veces más que la supuesta, detalla Sol.
La investigación judicial apunta que el capital acumulado se realizó mediante comisiones ilegales mientras ejercía la política en activo. Hoy lunes continúan los interrogatorios del abogado de Sócrates, Gonzalo Ferreira y Santos Silva y el propio Sócrates. El juez tiene que decidir si el ex primer ministro es puesto en libertad con cargos o directamente le envía a la cárcel.