El informe de T4 Franquicias evalúa este modelo de asociación de la mano de los socios directores de la compañía, Miguel Ángel Oroquieta y José Aragonés. “Queríamos poner de manifiesto la salud de la franquicia atendiendo a parámetros cualitativos que nos permitiesen medir las expectativas y experiencia de los franquiciadores de las 400 marcas estudiadas”, […]
Dirigentes Digital
| 18 oct 2016
El informe de T4 Franquicias evalúa este modelo de asociación de la mano de los socios directores de la compañía, Miguel Ángel Oroquieta y José Aragonés. “Queríamos poner de manifiesto la salud de la franquicia atendiendo a parámetros cualitativos que nos permitiesen medir las expectativas y experiencia de los franquiciadores de las 400 marcas estudiadas”, comenta Miguel Ángel Oroquieta. “Todas las empresas que han entrado en el mundo de la franquicia lo han hecho bajo una idea preconcebida de lo que les iba a deparar esta fórmula de crecimiento y lo que hemos estudiado es precisamente el grado de adecuación de estas expectativas a la realidad”, señala. El estudio se ha hecho sobre un colectivo de 400 empresas de diversa naturaleza en relación a su tamaño, su antigüedad y experiencia como empresa franquiciadora y el sector de actividad (42% de las empresas pertenecen al sector servicios, 34% son de retail, 24% son de restauración). Tal y como se recoge en el informe, el 84,51% de los franquiciadores considera una experiencia positiva la transformación de su empresa en franquicia, siendo el entorno, la competencia y el no analizar correctamente las propias capacidades (para bien o para mal) los principales elementos que dificultan a las empresas cumplir sus objetivos. “Según las marcas encuestadas en muchos de los casos, cuando las empresas inician su actividad franquiciadora ponen el acento en la comercialización y en ocasiones hipotecan la empresa por decisiones erróneas para crecer rápido”, comenta José Aragonés. “Más adelante se dan cuenta de que lo importante es la rentabilidad por centro y la recurrencia. Muchas veces, crecer rápido no sólo no es rentable, sino que genera pérdidas irreparables”, añade. Un 46% de los franquiciadores achacan la falta de cumplimiento de expectativas o la ralentización de las mismas a fallos internos de planificación o a sobreevaluar su propuesta de valor, mientras que un 54% lo relacionan con la crisis económica, la saturación de su sector o a la existencia de una competencia muy fuerte. En este sentido, algo en lo que la mayoría coincide, con la experiencia y el camino recorrido, es que invertirían más en acciones publicitarias y de captación de franquiciados.