Es cierto que la estrategia de "comprar y mantener" siempre estará ahí. Pero los vaivenes del mercado han demostrado la importancia de adaptar carteras a entornos difíciles para los inversores que no saben mirar más allá del corto plazo. La flexibilidad se ha tornado un elemento clave en la gestión de activos. También en los […]
Dirigentes Digital
| 01 mar 2016
Es cierto que la estrategia de "comprar y mantener" siempre estará ahí. Pero los vaivenes del mercado han demostrado la importancia de adaptar carteras a entornos difíciles para los inversores que no saben mirar más allá del corto plazo.
La flexibilidad se ha tornado un elemento clave en la gestión de activos. También en los productos que siguen este tipo de estrategias, "fondos con una alta descorrelación (fuentes de rentabilidad distintas) que ofrecen acceso a gestores flexibles y con estrategias alternativas y distintas a las tradicionales y direccionales" sobre todo en renta fija, indican los expertos.
En un reciente informe de Cerulli, Barbara Wall, directora de investigación de Europa de la firma, explicaba cómo "en el clima actual, los gestores de renta fija están buscando nuevas maneras para ofrecer mayores rendimientos" a sus clientes, destacando las estrategias de inversión sin índices de referencia "que proporcionan la flexibilidad necesaria para responder con mayor decisión a la evolución macroeconómica, e invertir de manera más amplia a través de las regiones, estructuras, y productos".
"En un entorno caracterizado por la baja rentabilidad de los bonos y la divergencia entre las políticas monetarias de los bancos centrales, los fondos de renta fija sin restricciones pueden ofrecer a los inversores mayores niveles de diversificación y el potencial de obtener rentabilidades más elevadas", explican desde JP Morgan AM.
Los expertos consideran que este tipo de productos "pueden aprovechar con flexibilidad las oportunidades más atractivas que brindan los diferentes ámbitos del sector de la renta fija a escala global, donde se incluyen la deuda empresarial high yield, mercados emergentes, activos con grado de inversión y tipos de cambio e interés".
Y en esa diversificación global está precisamente otra de las claves para luchar contra la tormenta del mercado, en un momento en el que el objetivo de rentabilidad para ciertos activos está completamente agotado. Una situación que impone la búsqueda de estrategias alternativas y gestores flexibles.
Pero la flexibilidad y la diversificación no significa contar con muchas clases de activo en cartera. "La asignación a distintos activos suele crear una falsa percepción de diversificación. Por eso hay que ir más allá, buscar subsegmentos y evaluar el valor relativo, controlando duplicidades de riesgo", insisten desde Amundi. En un reciente encuentro en Madrid, Myles Bradshaw, Head of Global Aggregate Strategies de la firma, explicaba cómo "introduciendo bonos en el portfolio, se puede obtener el mismo rendimiento pero con una volatilidad menor".
Sin embargo, reconoce el difícil entorno al que se enfrenta esta categoría, en un escenario de tipos bajos que complica, y mucho, la búsqueda de buenos rendimientos. "El BCE va a continuar con tipos negativos y los inversores se tienen que adaptar a ese entorno". A su juicio, el mejor consejo para los clientes es que "para diversificar en renta fija hay que pensar global, salir de la Zona Euro adaptando el riesgo para diversificar, no solo para encontrar mayores rendimientos".