Los precios al consumidor medidos por el Índice Nacional de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) de Brasil avanzaron un 0,96% en diciembre, mientras que los precios al productor cayeron un 0,28% en noviembre, dijo el viernes el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Según explica Reuters, los precios al consumidor subieron un 10,67% […]
Dirigentes Digital
| 08 ene 2016
Los precios al consumidor medidos por el Índice Nacional de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) de Brasil avanzaron un 0,96% en diciembre, mientras que los precios al productor cayeron un 0,28% en noviembre, dijo el viernes el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Según explica Reuters, los precios al consumidor subieron un 10,67% en los 12 meses hasta diciembre, más que el aumento de 10,48% en el año hasta noviembre. Aumentos de impuestos, un gasto público elevado y el fenómeno climático contribuyeron a que la inflación del año pasado en Brasil sea más alta de lo previsto al iniciarse el 2015.
Los precios de los alimentos subieron un 12,03% el año pasado, y un 1,5% solamente en diciembre, mientras que fuertes tormentas en varios estados del país perjudicaron la producción de bienes perecederos como verduras. El gobernador del banco central, Alexandre Tombini, deberá emitir una carta explicando los motivos del fracaso de la entidad en la meta inflacionaria del 4,5% por primera vez desde 2003, en un momento en que la economía brasileña está sumergida en la peor recesión desde, al menos, 1901.
El banco central posiblemente también incrementará los tipos de interés el 20 de enero, según economistas, desde un máximo de casi una década del 14,25%. La entidad se ha comprometido a tomar las medidas necesarias para asegurar que a fin de año la inflación caiga por debajo del nivel más alto del rango meta, actualmente en 6,5%.
La mayoría de los brasileños han vivido históricos períodos de hiperinflación hasta la creación del real en 1994. Y aunque la actual depreciación no es ni cerca tan grave como los episodios inflacionarios previos, ha ayudado a desgastar la popularidad de la presidenta Dilma Rousseff, que está al borde de un juicio político a petición de la oposición.