El Ministerio de Comercio chino ha señalado el crecimiento experimentado en los primeros seis meses del año en la inversión, que ha llegado a superar los 63.000 millones de euros. Esta cifra representa un crecimiento del 2,2% respecto al mismo periodo del año anterior.
Además, este crecimiento supone un punto de inflexión para la inversión en China, puesto que en el pasado mes de mayo las entradas de capital extranjero cayeron un 6,7%.
El sector más desfavorecido en este aspecto ha sido la industria, que continúa perdiendo peso, que hasta este mes de julio ha caído un 13,9%. Los servicios, por el contrario, se consolidaron y alcanzaron un crecimiento del 14,8%, suponiendo el 56% de la llegada de inversión extranjera al país.
Hong Kong, Taiwán y Singapur fueron los países que más invirtieron en el país asiático. Por detrás se situaron economías más fuertes como Corea del Sur, o potencias como Japón y Estados Unidos.
La inversión de la Unión Europea en China también bajó, concretamente un 11,2%, mientras que la de Estados Unidos fue tan sólo del 4,6%.
Sin embargo, el país que más ha desinvertido en China ha sido su vecino Japón, cuya inversión se ha reducido prácticamente a la mitad, hasta el 48,8% respecto al año pasado.