Son muchas las Directivas, reglamentos, normativas o regulaciones que se están fraguando desde Bruselas y que pretenden mejorar la forma de hacer inversiones y negocios en territorio europeo. Bancos, entidades financieras y empresas se verán afectadas por más de una reforma en este sentido. La mayoría de los avances regulatorios que vienen están dirigidos principalmente […]
Dirigentes Digital
| 17 ene 2017
Son muchas las Directivas, reglamentos, normativas o regulaciones que se están fraguando desde Bruselas y que pretenden mejorar la forma de hacer inversiones y negocios en territorio europeo. Bancos, entidades financieras y empresas se verán afectadas por más de una reforma en este sentido. La mayoría de los avances regulatorios que vienen están dirigidos principalmente a proteger al consumidor. Que los inversores realicen sus movimientos con conocimiento de todos los riesgos que supongan sus inversiones es el principal objetivo. Que se acaben los abusos y que la información proporcionada a los consumidores sea tan clara que no haya sombra de duda sobre quién la publica. Bruselas pretende con la publicación de nuevas reglas proteger al consumidor ofreciéndole por un lado información sencilla y mucha más transparencia en torno a las inversiones. Y por otro, proteger sus intereses frente a los estragos que pueda causar la crisis en las entidades financieras donde tenga depositado su dinero o salvaguardar la privacidad de sus datos del tratamiento por parte de las empresas. Ha sido sin duda la crisis financiera la que ha marcado la necesidad de contar con un entorno regulatorio que proporcione una base sólida para la toma de decisiones informada y donde los inversores puedan confiar en la información y los servicios que reciben. Con información sencilla El Reglamento PRIIPs (Productos de Inversión Minorista Empaquetados -en inglés: Packaged Retail and Insurance- Based Investment Products-) es una pieza clave de la legislación que tiene como objetivo mejorar la calidad de la información proporcionada a los inversores, sobre todo los datos fundamentales para los productos de inversión, favoreciendo que sean sencillos y concisos y que permitan realizar una comparación con otros productos similares. Con esta normativa, se creará un documento de información clave (KID, por sus siglas en inglés), de no más de tres páginas y escrito en un lenguaje entendible sobre los riesgos asociados a productos de inversión complejos. Gracias al KID, los ciudadanos de la UE podrán, por primera vez, comparar fácilmente los riesgos y beneficios potenciales de los productos de inversión, los fondos y las pólizas de seguro vinculadas a las inversiones. Puede leer el reportaje completo en la revista DIRIGENTES del mes de enero