Tsai, líder del Partido Progresista Democrático (DPP por sus siglas en inglés), asumirá uno de los cargos más desafiantes y peligrosos en Asia, puesto que China tiene miles de misiles apuntando hacia la isla que reclama. La mandataria electa dijo que buscará establecer relaciones "consistentes, predecibles y sostenibles" con China, sin buscar provocaciones, a fin […]
Dirigentes Digital
| 17 ene 2016
Tsai, líder del Partido Progresista Democrático (DPP por sus siglas en inglés), asumirá uno de los cargos más desafiantes y peligrosos en Asia, puesto que China tiene miles de misiles apuntando hacia la isla que reclama.
La mandataria electa dijo que buscará establecer relaciones "consistentes, predecibles y sostenibles" con China, sin buscar provocaciones, a fin de garantizar el status quo.
Tsai se arriesga a rivalizar con China si intenta instalar a la fuerza la soberanía de Taiwán y revertir ocho años de un acercamiento impulsado por el saliente presidente Ma Ying-jeou.
"Ambas partes tienen la responsabilidad de hacer su mejor esfuerzo para encontrar formas aceptables de interactuar, con respecto y reciprocidad, y garantizar que no haya provocaciones ni sorpresas", añadió Tsai, según recoge Reuters, tras haber ganado el 56% de los votos. Añadió, sin embargo, que defendería los intereses de Taiwán y su soberanía.
China no ha renunciado al uso de la fuerza para lograr la eventual unificación con la isla. En un comunicado publicado por medios estatales, la Oficina China de Relaciones con Taiwán afirmaba que los logros y la paz alcanzados deberían ser valorados y que el país no tolerará ninguna actividad del nuevo Gobierno que favorezca la independencia.
"En cuestiones importantes como el principio que protege la soberanía y la integridad territorial del país, nuestra voluntad es dura como una roca", añadió.
La Casa Blanca felicitó el sábado a Tsai por su triunfo electoral y dijo que Estados Unidos mantenía un profundo interés en que permanezca la paz entre Taiwán y China.