Un total de 27 multinacionales estadounidenses, incluidas en la lista Standard & Poor´s 500, podrían haber dejado de pagar gravámenes en 2015 pese a presentar informes sobre sus beneficios antes de impuestos. Según ha publicado el portal estadounidense USA Today, entre las compañías figura la empresa de telecomunicaciones Level 3 Communications, las aerolíneas United Continental […]
Dirigentes Digital
| 11 mar 2016
Un total de 27 multinacionales estadounidenses, incluidas en la lista Standard & Poor´s 500, podrían haber dejado de pagar gravámenes en 2015 pese a presentar informes sobre sus beneficios antes de impuestos. Según ha publicado el portal estadounidense USA Today, entre las compañías figura la empresa de telecomunicaciones Level 3 Communications, las aerolíneas United Continental y American Airlines, el consorcio automovilístico General Motors y la tecnológica Hewlett-Packard.
Según la información publicada, tres de las compañías que aparecen en la lista (Mallinckrodt, Willis Tower Watson y XL Group) tienen su sede fuera de Estados Unidos, mientras otras operan como Real Estate Investment Trust, lo que les permite pasar las cargas fiscales a los accionistas. Además, numerosas empresas estarían guardando sus beneficios en zonas libres de impuestos como las Islas Caimán y otros sitios con bajos tipos en el impuesto de sociedades.
Práctica extendida
La evasión fiscal es uno de los principales males de las arcas públicas estadounidenses. Entre 2004 y 2014 un total de 47 compañías del país mudaron su sede fuera de las ‘garras’ de Barack Obama, más que en los 20 años anteriores conjuntamente. Estados Unidos cuenta con el impuesto de sociedades más alto de todos los países desarrollados, concretamente el gravamen de las empresas es del 35%. Además, este es el único país que grava los beneficios obtenidos en el extranjero. Aun así, a las grandes compañías les sale rentable pagar sus impuestos en el extranjero o adquirir empresas para tributar fuera de Estados Unidos (una práctica muy extendida).
El top ten de compañías que obtienen un mayor número de beneficios fuera del continente estadounidense, elaborado por Bloomberg en 2014, está formado por gigantes de los sectores tecnológicos y farmacéuticos. Lo encabezan General Electric, Microsoft, Pfizer, Apple e IBM. Entre los diez gigantes que señala directamente el estudio, cerca de un tercio de los más de dos billones de dólares que se estima que generan, queda fuera del alcance del fisco estadounidense, el doble que en 2008.
Desde que llegara al poder, Barack Obama ha luchado por poner freno a esta sangría de impuestos. En 2013, la administración Obama sacó una ley al respecto y, en septiembre de 2014, el Tesoro estadounidense anunció una batería de medidas para evitar que las grandes compañías defraudasen al fisco. Entre estas medidas destacaba el endurecimiento de los requerimientos para hacer una inversión por parte de las compañías estadounidenses y más vigilancia para el movimiento de fortunas que no pagan impuestos entre países. Esta reforma se encontró con la oposición de algunos miembros del Partido Republicano, para quienes las nuevas reglas frenarían la inversión de las empresas estadounidenses en el extranjero, y por tanto, su crecimiento.
Desde comienzos de 2013, los acuerdos de empresas estadounidenses con empresas extranjeras han aumentado considerablemente. Uno de los más relevantes, por ser uno de los iconos del país, fue la compra de la cadena de cafeterías canadiense Tim Hortons por parte de Burguer King. Desde este momento, la compañía de comida rápida, con sede en Miami, tiene la posibilidad de fijar su sede fiscal en el país vecino. Otro ejemplo es el de la expatriación voluntaria de Pfizer a Irlanda a través de su fusión con Allergan. Esta operación ha supuesto una rebaja considerable de los impuestos de la farmacéutica estadounidense.
Tándem Estados Unidos-Suiza
Una de las últimas medidas de Obama para intentar acabar con esta evasión de impuestos ha sido poner el foco en Suiza. El Gobierno ha llegando a un acuerdo con 75 bancos suizos, que han aceptado levantar el secreto de sus clientes americanos. Desde Washington se lanzó esta cruzada para controlar las fortunas que huían hacia Suiza. El programa conocido como ‘Lex Americana’ intenta marcar una nueva etapa en el empeño del presidente estadounidense por combatir el fraude fiscal en el exterior, marcado por el caso UBS que en 2009 se vio obligado a pagar 780 millones de euros por ayudar a ciudadanos estadounidenses a evadir impuestos.
En este marco, el pasado mes de febrero una fiscalía de Nueva York imponía cargos criminales contra el banco suizo Julius Baer por presunta evasión fiscal. Este proceso judicial será suspendido si abona una multa de 574 millones de dólares y cumple otras condiciones. Los cargos están también vinculados a las operaciones que realizaba la entidad con clientes estadounidenses para evadir impuestos y "esconder miles de millones de dólares en cuentas fuera del país".