La OCDE prevé que el crecimiento mundial se acelere del 3% logrado en 2016 al 3,6% en 2018, según su último informe de Perspectivas Económicas. El fortalecimiento de la confianza de empresas y consumidores, el aumento de la producción industrial, la recuperación del empleo y de los flujos comerciales serán las principales contribuciones a la mejora […]
Dirigentes Digital
| 07 jun 2017
La OCDE prevé que el crecimiento mundial se acelere del 3% logrado en 2016 al 3,6% en 2018, según su último informe de Perspectivas Económicas. El fortalecimiento de la confianza de empresas y consumidores, el aumento de la producción industrial, la recuperación del empleo y de los flujos comerciales serán las principales contribuciones a la mejora del crecimiento del PIB mundial. Sin embargo, el organismo puntualiza que este avance es “moderado” y que las tasas son todavía inferiores a los promedios anteriores. “Después de cinco años de un crecimiento deficiente, hay indicios de mejoría. Sin embargo, la modesta expansión cíclica en curso no bastará para mantener aumentos firmes en los niveles de vida en los países de la OCDE. Urge un compromiso más profundo, sostenido y colectivo. Necesitamos una globalización más inclusiva y basada en normas que funcione para todos, centrada en el bienestar de las personas”, afirmó Angel Gurría, Secretario General de la OCDE en la presentación del documento. Entre las principales economías avanzadas, la recuperación continuará en Estados Unidos, con un crecimiento previsto de 2.1% en 2017 y 2.4% en 2018. La zona euro tendrá un crecimiento constante de 1.8% en 2017 y 2018. En Japón se prevé un crecimiento de 1.4% en 2017, y de 1% en 2018. Se prevé que el área de la OCDE de 35 países crezca 2.1% tanto en 2017 como en 2018, según las Perspectivas. En China, se prevé que el crecimiento disminuya a 6.6% en 2017 y 6.4% en 2018; mientras que las tasas de crecimiento de la India se prevé que se consoliden en 7.3% este año, y 7.7% en 2018. El crecimiento en Brasil se espera que sea positivo para 2017, antes de llegar a una tasa de 1.6% en 2018. Sin embargo, la OCDE advierde que todavía no se ha escapado completamente de “la trampa del bajo crecimiento” y de que existen riesgos permanentes que podrían poner en peligro esta recuperación. En concreto, el informe cita las vulnerabilidades de las economías emergentes y desarrolladas, los riesgos finaniceros, el deficiente crecimiento salarial y la incertidumbre política en muchos países.