Tras dos años de dificultades económicas desencadenadas por el precio del petróleo y las sanciones internacionales, Lombard Odier realizó un análisis en el que consideran que “la economía de Rusia está en el camino de la recuperación, con un crecimiento real del PIB que se espera haya alcanzado el 1,7% en 2017, según el Banco […]
Dirigentes Digital
| 12 feb 2018
Tras dos años de dificultades económicas desencadenadas por el precio del petróleo y las sanciones internacionales, Lombard Odier realizó un análisis en el que consideran que “la economía de Rusia está en el camino de la recuperación, con un crecimiento real del PIB que se espera haya alcanzado el 1,7% en 2017, según el Banco Mundial”. Si bien hay, por supuesto, desafíos que la economía debe superar, prevén que el impulso positivo que comenzó en 2017 continuará en este año. En diciembre, el presidente Vladimir Putin anunció formalmente su candidatura para un cuarto mandato de seis años, que, según nuestras previsiones, va a ganar. No existe una oposición real desde que el Tribunal Supremo de Rusia confirmó el 6 de enero de 2018 una prohibición que impide al líder opositor Alexei Navalny, un bloguero y activista político de 41 años, postularse a la presidencia debido a una condena anterior por fraude. Sin un oponente viable, cómo gane Putin será un indicador importante de la futura hoja de ruta del país. Según el sondeo del Levada Center, ocho de cada 10 rusos tienen una opinión positiva de su actual líder, un alto nivel de aprobación que se debe en parte a la intervención militar en Ucrania en 2014. Recuperación de las sanciones En respuesta a la crisis ucraniana, Estados Unidos y la Unión Europea aplicaron sanciones contra Rusia en 2014. Se impusieron prohibiciones de viaje y congelación de activos a determinadas personas y entidades; el acceso a los mercados financieros estaba restringido para ciertas empresas estatales rusas (especialmente en los sectores de banca y energía); y se introdujeron restricciones al comercio de varios bienes y servicios, como bienes de doble uso, tecnologías militares y de petróleo. Mientras tanto, entre enero de 2014 y diciembre de 2015, el precio del petróleo perdió la mitad de su valor y, como alrededor del 40% de las exportaciones rusas provienen del sector energético, el rublo se colapsó. Rusia entró en un círculo vicioso, ya que la caída de la moneda hizo subir la inflación y obligó al Banco Central de Rusia (CBR) a ajustar su política monetaria. La recesión se produjo entre 2015 y 2016. En 2017, al duplicarse los precios de la energía en el transcurso del año, la contracción económica de Rusia llegó a su fin y el crecimiento real del PIB volvió con un modesto 1,7%. Así pues, estos expertos señalan que hay que ser constructivos sobre “los mercados emergentes en general y creemos que los inversores deberían considerar acceder a las tendencias positivas que esperamos en Rusia en 2018”. En pocas palabras, creen que “Rusia continuará en su ruta de estabilización macro, con crecimiento moderado y baja inflación. Sin embargo, 2018 no será simplemente una repetición de 2017”. Sin duda, Rusia volverá al primer plano este año, ya sea por sus elecciones presidenciales o por el Mundial de fútbol. De cualquier manera, explican que 2018 puede “proporcionar una buena oportunidad para mejorar las relaciones internacionales con Occidente. También estamos monitoreando la posible extensión de las sanciones impuestas”.