La economía española vuelve a ocupar la agenda de los inversores internacionales. El ministro de Economía en funciones tiene la difícil papeleta de explicar en el exterior la situación económica y política que atraviesa el país, en un momento delicado, con las negociaciones para formar Gobierno paralizadas y con cada vez más señales de que […]
Dirigentes Digital
| 28 mar 2016
La economía española vuelve a ocupar la agenda de los inversores internacionales. El ministro de Economía en funciones tiene la difícil papeleta de explicar en el exterior la situación económica y política que atraviesa el país, en un momento delicado, con las negociaciones para formar Gobierno paralizadas y con cada vez más señales de que el crecimiento económico se está ralentizando.
De Guindos mantendrá el próximo miércoles en Londres una reunión con inversores institucionales y agencias de calificación. El encuentro se produce dos días antes de que Standard & Poor’s (S&P’s) revise el rating de la deuda española. Actualmente, se encuentra en BBB+ con perspectiva estable, no se espera cambios en la nota pero sí una revisión a la baja de la perspectiva a negativa, movimiento previo al recorte de calificación.
La agencia es la última de las tres grandes en revisar la nota de España. El pasado 19 de febrero, Moody’s mantuvo la calificación pero rebajó la perspectiva de "positiva" a "estable" basándose en la inestabilidad política y "las dudas sobre la capacidad y voluntad del nuevo Gobierno de continuar con reformas estructurales y la consolidación fiscal necesarias".
Antes, a finales de enero, fue el turno de Fitch, que no cambió sus perspectivas gracias al fuerte crecimiento económico que registraba España, pero también aludía a la inestabilidad política que había dejado las urnas el pasado 20D. La decisión de S&P’s se tomará todavía con un entorno político más complicado, a cinco semanas de que culmine el plazo para alcanzar un acuerdo de Gobierno, y con un contexto económico más deteriorado. Todo hace indicar que el PIB del primer trimestre será inferior al último periodo de 2015, cuando la economía creció trimestralmente un 0,8%. Los indicadores adelantados inciden en una ligera desaceleración. Tanto el Ministerio de Economía como el Banco de España han adelantado que el ritmo de crecimiento será algo inferior.
A todo ello se une una parálisis política que aleja aún más un posible acuerdo que geste un futuro Gobierno. Los líderes se emplazaron a después de la Semana Santa para retomar los contactos, pero en este período vacacional solo ha servido para que se agudicen las crisis internas y se cuestione el liderazgo de los máximos dirigentes. En el PP, los escándalos de corrupción siguen minando a Mariano Rajoy; en el PSOE, los barones territoriales se vuelven a agitar para poner en entredicho la secretaria general de Pedro Sánchez y en Podemos, las fisuras internas crecen en la cúpula del partido.
Esta semana estará marcada por el encuentro entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, que ha accedido a reunirse con Podemos sin Ciudadanos. El objetivo socialista es que Podemos respalde el acuerdo de Gobierno propuesto por PSOE y Ciudadanos, pero el líder de Podemos intentará convencer a Sánchez para que explore un pacto de izquierda. Mientras, Mariano Rajoy sigue esperando para iniciar los contactos con Sánchez y Rivera, todavía no ha habido ni llamadas, ni fechas para reuniones.
Ante este panorama, De Guindos se paseará por Londres y París para intentar transmitir confianza en España a distintos dirigentes internacionales. Además de reunirse con inversores institucionales, participará el jueves en un seminario sobre economía internacional en que participará el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, el gobernador del Banco Central chino, Zhou Xiaochuan, la directora general del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Ángel Gurria.