La política exterior de Donald Trump da mucho que hablar. "Estados Unidos primero" es su lema clave, y lo sigue a pies juntillas. El propio Barack Obama ha calificado sus últimas intervenciones en materia internacional como "ideas completamente locas". La política de Trump, abiertamente xenófoba, ha levantado polémica en todas partes del mundo, y muy […]
Dirigentes Digital
| 09 sep 2016
La política exterior de Donald Trump da mucho que hablar. "Estados Unidos primero" es su lema clave, y lo sigue a pies juntillas. El propio Barack Obama ha calificado sus últimas intervenciones en materia internacional como "ideas completamente locas". La política de Trump, abiertamente xenófoba, ha levantado polémica en todas partes del mundo, y muy especialmente en sus vecinos mexicanos, más aún después de la última reunión con el presidente Peña Nieto.
El magnate republicano viajó al país vecino pese a haberle dirigido en numerosas ocasiones duras críticas a los mexicanos que han migrado a Estados Unidos: "Cuando México nos manda gente, no nos manda a los mejores. Nos manda gente con un montón de problemas: nos traen drogas, son criminales y violadores". El plan de Trump para evitar esto es crear un muro que separe ambos países y que sea pagado por el estado mexicano.
Este fue el principal punto de polémica durante su reunión con el dirigente mexicano, aunque el magnate estadounidense afirma que no hablaron sobre quién pagará el muro, pese a que él tiene claro que no será Estados Unidos.
La polémica reunión entre ambos dirigentes se ha cobrado la dimisión del ministro de Hacienda mexicano, Luis Videgaray, máximo responsable de dicho encuentro. Incluso Hillary Clinton ha declinado visitar México ante las críticas a la reunión de Trump.
Y no es lo último que ha declarado Trump y que ha incendiado a su rival demócrata. Hace escasos días, Trump comparaba a Obama con el presidente ruso, Vladimir Putin, asegurando que este último "ha sido más líder" que el estadounidense. "El hombre tiene un control muy fuerte sobre el país", declaró sobre Putin. "El sistema es muy diferente y lo que pasa es que a mí ese sistema no me gusta. Pero, sin duda, en ese sistema, ha sido un líder", concluyó.
La herencia internacional de Obama
Si finalmente Trump se alza con la presidencia estadounidense heredará unas gélidas relaciones con Rusia (que quiere enmendar), la lucha contra Estado Islámico y una última polémica: los pagos del Gobierno estadounidense a Irán. La Administración de Estados Unidos ha admitido que pagó 1.700 millones de dólares al régimen de Teherán según afirman por una deuda contraída en 1979 por una venta de equipo militar. Sin embargo, las voces más críticas apuntan a que podría ser el pago de un secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses.