La tercera economía de la Zona Euro, Italia, acude este domingo a las urnas para dar el sí, o el no, a la reforma de la Constitución. Las encuestas (que tanto se han equivocado este año, hay que tenerlo en cuenta) apuntan a que los ciudadanos darán la negativa a la propuesta en la que […]
Dirigentes Digital
| 29 nov 2016
La tercera economía de la Zona Euro, Italia, acude este domingo a las urnas para dar el sí, o el no, a la reforma de la Constitución. Las encuestas (que tanto se han equivocado este año, hay que tenerlo en cuenta) apuntan a que los ciudadanos darán la negativa a la propuesta en la que su Primer Ministro, Mateo Renzi, ha comprometido su cargo. Hace tiempo que los mercados de renta fija y renta variable descuentan esta posibilidad, pero nadie descarta un ‘terremoto’… En lo que va de año, el diferencial de la deuda italiana con respecto a la alemana ha subido 90 puntos básicos, frente a los 15 del España-Alemania. Y “está el Banco Central Europeo (BCE) para actuar en caso de que se produzca un excesivo repunte de las rentabilidades”, apunta Renta 4. Confían también en la autoridad monetaria de la Zona Euro los expertos de Capital Economics. Sin embargo, reconocen que “es posible que no pueda evitar que las yields escalen en fechas posteriores”. Todo dependerá, apunta su analista John Higgins, de que al ‘no’ a las reformas le siga la formación de un nuevo Gobierno similar al actual. Es posible que las encuestas se equivoquen y gane el ‘sí’, pero, “no está del todo claro esto sea una buena noticia para la renta fija. Pues conduciría a una reducción del poder del Parlamento, que haría más fácil al Movimiento Cinco Estrellas (M5S), de corte antieuropeo, presionar a favor de un referéndum sobre la permanencia en el euro si se hace con el control de la Cámara Baja en las generales de 2018”. En cualquier caso, el rechazo a la propuesta, sin nuevo Ejecutivo y con la convocatoria de elecciones traerá consigo un incremento de las rentabilidades, pues dicho partido, “podría obtener una mayoría en la Cámara Baja del Parlamento, aumentando las posibilidades de una consulta acerca de la pertenencia a la moneda única”. La intervención del BCE con sus OMT estaría casi garantizada ante dicho supuesto. “Sin embargo, aunque este apoyo estabilice las yields, no está claro que las reduzca”. Y es que, la autoridad monetaria no luchará sólo contra la presión política, sino también contra las fuerzas de la economía. El crecimiento de la Zona Euro se mantuvo estable en el tercer trimestre (1,5% interanual). Pero, apunta ETF Securities, la ‘brecha’ entre los distintos países se amplía: el crecimiento en Alemania pierde fuerza, Francia e Italia ganan, España sigue superando; mientras la inflación parece repuntar… Y todo, señalan, depende de los estímulos del BCE, como su presidente, Mario Draghi, ni se cansa de repetir. Con todo, ante el espaldarazo que ha supuesto la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos al denominado ‘populismo’ (no sólo en Italia, también en Francia o Austria) y, a pesar, de este entorno macro favorable y de la expectativa de cierto estímulo fiscal, la firma cree que la autoridad monetaria de la Zona Euro tendrá que ampliar sus apoyos a la economía. Así, prevén que extienda su programa de compras de activos (QE) al menos seis meses, hasta octubre de 2017. Medida, no obstante, que tendrá menor impacto. Por ello, no descartan que siga los pasos del Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) y marcar un objetivo de rentabilidad y evitar así un aplanamiento o un repunte excesivo de las curvas. La banca italiana se asoma al precipicio Por otra parte, más allá de la reacción inicial a la baja de Bolsa y renta fija, los expertos temen el estallido de una crisis bancaria: “Muchas entidades crediticias de Italia necesitarán ‘levantar’ fondos del mercado en los próximos meses, algo que será más complicado si crece la inestabilidad política y la posibilidad, remota, de que el partido populista y ‘antieuro’, el MS5, llegue al poder”, advierte Link Securities. Recordemos que fuentes oficiales y dirigentes del sector, citados por Financial Times el lunes, apuntan a que hasta ocho bancos italianos podrían ‘caer’ si, como parece, gana el ‘no’.