Los próximos 2 y 3 de febrero tiene lugar el III Simposio Internacional Funseam, ¿cuál es su objetivo? ¿Qué asuntos van a tratarse de manera más específica? El simposio tiene como objetivo abordar los cambios que se están produciendo en los mercados energéticos, la necesidad de reforzar las infraestructuras, y muy especialmente las interconexiones, los […]
Dirigentes Digital
| 27 ene 2015
Los próximos 2 y 3 de febrero tiene lugar el III Simposio Internacional Funseam, ¿cuál es su objetivo? ¿Qué asuntos van a tratarse de manera más específica?
El simposio tiene como objetivo abordar los cambios que se están produciendo en los mercados energéticos, la necesidad de reforzar las infraestructuras, y muy especialmente las interconexiones, los nuevos contenidos de la Política Energética y las relaciones entre los mercados energéticos español y latinoamericano.
En el sector energético, ¿cuáles son los principales retos y objetivos a conseguir?
En primer lugar, el sector energético tiene que atender a sus objetivos tradicionales de seguridad de suministro, asequibilidad y competitividad con el de sostenibilidad. La regulación europea obliga al cumplimiento de un conjunto de compromisos relacionados con la sostenibilidad que afectan al modelo energético. La apuesta europea conocida como los objetivos 20-20-20 establece para 2020 una reducción del consumo de energía primaria del orden de un 20% sobre las cifras de 1990, una reducción del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero, y que un 20% de la energía primaria consumida venga de las energías renovables. Estas cifras han sido revisadas en los últimos meses buscándose para el 2030 una reducción del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero, un objetivo vinculante de al menos un 27% de energías renovables, y unas ambiciones renovadas en materia de políticas de eficiencia energética, un nuevo sistema de gobernanza además de una serie de indicadores para garantizar un sistema energético competitivo y seguro. Todo ello impulsa un marco regulatorio de fomento de las energías renovables, de control de las emisiones y de fomento de la eficiencia energética; cuestiones que inciden en el mix tecnológico, en el diseño de los mercados y en el desarrollo de las infraestructuras que se ven sometidas a mayores demandas de acceso y necesidad de puntos de conexión.
En segundo lugar, la política energética europea tiene como objetivo fundamental alcanzar el mercado único de la energía. Esto supone, de un lado, un funcionamiento conjunto de todos los mercados spot y de futuros de electricidad y el despliegue de mercados también spot y de futuros de gas a través de los hubs. Este objetivo ha exigido una armonización en los mecanismos de casación y plantea, a su vez, la necesidad de poder asegurar los flujos comerciales de energía a través de unas redes adecuadas.
En tercer lugar, la incorporación de las tecnologías de la información provoca un cambio radical en el diseño del sector. Las redes se transforman en puntos de información y el consumidor pasa a gestionar su consumo de energía de acuerdo con el precio conocido por medio de los contadores inteligentes. A su vez el consumidor, si dispone de tecnologías de generación para su propio consumo se transforma en generador y demandante de energía. La capacidad de respuesta de la demanda rompe la cadena convencional generación-trasmisión-distribución-consumo.
Por último, los cambios tecnológicos que se han incorporado en las exploraciones de gas y petróleo por medio de fracking han reducido de manera radical el precio de ambos fósiles y ha cambiado el mapa de flujos de comercio a nivel mundial.
¿En qué momento se encuentra este sector en nuestro país? ¿Y en Latinoamérica?
España tiene una acreditada seguridad de suministro eléctrico, ampliamente mejorada en los últimos diez años. Gozamos de un elevado volumen de potencia y podría mejorarse el estado de las redes de distribución en algunas zonas. La regulación del sector sigue, en líneas generales, las coordenadas fijadas por la Unión Europea; cuestión aparte son los elementos de coste que se incorporan a los precios mayorista encareciendo el precio final.
El sector energético en Latinoamérica está en pleno proceso de expansión. La reforma energética de México es una gran referencia de esta dinámica y una oportunidad inigualable para las inversiones extranjeras. Las empresas energéticas españolas pueden desempeñar un futuro de enorme interés para México. La relevancia de este cambio se analiza en el simposio a través del Presidente de la Comisión Reguladora de la Energía, cuyo papel es decisivo en este proceso.
¿Existen grandes diferencias entre ambos territorios?
Existen diferencias en el mix tecnológico de generación eléctrica, por la gran disponibilidad de recursos hidráulicos y fósiles y en el despliegue del suministro de gas mucho más consolidado en España. La regulación presenta grandes proximidades gracias, entre otros factores, al trabajo realizado por la Asociación Iberoamericana de Entidades Reguladoras de la Energía, en la que están todos los países latinoamericanos , Portugal y España.
¿Puede el sector energético mejorar la sostenibilidad ambiental?
Por supuesto, y en eso están las medidas impuestas por la Política energética y ambiental y las propias empresas por medio de la autorregulación. Funseam, Fundación para la sostenibilidad energética y ambiental, es un proyecto formado por las empresas del sector cuyo objetivo es impulsar las sostenibilidad.
¿Cuáles son las competencias de Funseam? ¿Qué acciones lleva a cabo la organización?
Funseam tiene como principal objetivo desarrollar actividades en el área de la sostenibilidad energética y ambiental. Una iniciativa que es posible gracias a la alianza de ocho de las grandes empresas energéticas y de infraestructuras españolas: Repsol, Endesa, ACS, Enagás, CLH, Gas Natural Fenosa, Cepsa y EDP Renováveis.
Funseam se erige como un centro de referencia en el debate energético y en la generación de opinión en la sociedad, y se configura como un foro de discusión y un centro de análisis e investigación académica, a través de la Cátedra de Sostenibilidad Energética de la Universidad de Barcelona, así como del asesoramiento, con capacidad de aportar nuevas ideas, mejorar la información e influir en la toma de decisiones públicas y privadas, tanto en el ámbito español como en el ámbito internacional.