En 2015, la energía que necesitó toda la UE para satisfacer su consumo ascendió a 1.626 millones de toneladas equivalente de petróleo (Mtoe) según Eurostat. Y tuvo que importar el 54,1%; es decir, la UE necesita comprar fuera más de la mitad de su energía (dependencia energética). Esta cifra supone que los 28 importan ahora más […]
Dirigentes Digital
| 24 feb 2017
En 2015, la energía que necesitó toda la UE para satisfacer su consumo ascendió a 1.626 millones de toneladas equivalente de petróleo (Mtoe) según Eurostat. Y tuvo que importar el 54,1%; es decir, la UE necesita comprar fuera más de la mitad de su energía (dependencia energética). Esta cifra supone que los 28 importan ahora más energía de fuera que en 1990 y menos que en 2008, cuando las importaciones de energía marcaron datos máximos. Pese a que la dependencia energética de la UE no se ha mantenido constante estos últimos años, siempre se ha situado por encima del 50% desde 2004. Chipre es el país de la Unión Europea que más energía importa de toda la que necesita, el 97,7%. Le siguen de cerca Malta (97,3%) y Luxemburgo (95,9%). España se coloca en el puesto 9 como el país que más energía tiene que comprar fuera, con el 73,3%. Estonia, Dinamarca y Rumanía son los países del bloque menos dependientes de la energía extracomunitaria, pues no superan el 15% en importaciones energéticas. Los datos de 2015 implican que las necesidades energéticas del bloque comunitario son ahora más bajas que hace 25 años, concretamente un 2,5%. Sin embargo, han caído aún más si se comparan con el año 2006, cuando eran un 11,6% más elevadas. Alemania supuso el 19% del total de la energía que necesitó la Unión Europea en el año 2015. Francia (16%), Reino Unido (12%), Italia (10%), España (7%) y Polonia (6%) son los otros países que más porcentaje se quedan de la energía que necesitaron los 28 en su conjunto. 14 de los 28 han incrementado sus necesidades energéticas en comparación con 1990, entre ellos España, pero solo cinco de ellos necesitan más energía ahora que en el año 2005. España es el tercer país de la UE que más ha incrementado sus necesidades energéticas desde 1990 (+34,7%); el que más, Chipre (43,75%). En el otro extremo se sitúan Lituania y Letonia, los dos países que más han reducido sus necesidades de energía en esos 25 años, concretamente un 56% y un 44%, respectivamente.