El sector inmobiliario español vive buenos tiempos sin que ello despeje del todo el miedo a una burbuja inmobiliaria. Sin embargo, el propio sector insiste en que el optimismo no tiene que ver necesariamente con un crecimiento irreal y dañino y, de hecho, las condiciones del mercado de la vivienda son “más sanas” que cuando […]
Dirigentes Digital
| 01 mar 2018
El sector inmobiliario español vive buenos tiempos sin que ello despeje del todo el miedo a una burbuja inmobiliaria. Sin embargo, el propio sector insiste en que el optimismo no tiene que ver necesariamente con un crecimiento irreal y dañino y, de hecho, las condiciones del mercado de la vivienda son “más sanas” que cuando estalló en 2008. “Va a ser un mercado muy fuerte. Va a crecer muchísimo y no se prevé una burbuja”, especifica Juan-Galo Macià, CEO de Engel &Volkers para España, Portugal y Andorra, una empresa que se dedica a la intermediación en el mercado inmobiliario de alto standing y que presenta su primer Informe de Mercado de España y Andorra. En la misma línea, no espera que el ciclo alcista termine de forma abrupta. En las grandes ciudades, el stock de vivienda es limitado, por lo que el precio no ha parado de subir, e incluso se prevé que aumente un 10% en 2018. Existen más factores para el aumento de los precios, como la buena situación económica, que empuja a los compradores a querer mejorar con respecto a su vivienda actual, así como a cambiar el modelo post-crisis de alquiler por el de vivienda en propiedad. Por otra parte, la banca ofrece buenas condiciones a la hora de acceder a préstamos hipotecarios algo que, según Juan-Galo Macià, seguirá imponiéndose durante 2018. “La banca necesita volver a dar créditos inmobiliarios”, aventura. El supuesto de una subida de tipos de interés es el único posible riesgo que identifican para que el mercado de la vivienda se estanque en el medio plazo. Sin embargo, tampoco es ajena al sector inmobiliario la crisis política en Cataluña, que ha sido uno de los factores que han hecho los precios se encojan un 2% en el último trimestre de 2017, cuando durante el año el crecimiento registraba tasas positivas del 20%. No obstante, desde la compañía apuntan que ha supuesto un “autocorrectivo” para el sector en Cataluña y que la situación ha mejorado desde octubre, en los momentos con mayor incertidumbre. A pesar de estos posibles riesgos, el dirigente de Engel & Volkers destaca la buena salud del mercado y el potencial de crecimiento que tiene, que cifran en un aumento de las ventas del 20%. Considera que “España vive muy por debajo de sus posibilidades”, teniendo en cuenta la posición minoritaria de los créditos inmobiliarios con respecto a los créditos al consumo. En concreto, los créditos hipotecarios en 2017 alcanzaron la suma de 38 mil millones, mientras que los créditos al consumo se elevaron hasta los 43 mil millones. Es un indicio de que la demanda inmobiliaria se encuentra retraída en España, además de que los compradores de vivienda están en una mejor posición para acometer inversión inmobiliaria sin acudir a los bancos. El ahorro es otro de los motivos que invitan al optimismo en 2018. En el peor de los casos, explica Macià, si se produjera un frenazo económico mundial, el ahorro realizado por los hogares españoles permitiría estirar el ciclo de crecimiento hasta 2021.