Esta semana ha sido decisiva para Iglesias para avanzar en ambos frentes. Cada vez que hace una aparición pública Pedro Sánchez derrocha optimismo pero, a falta de algo más de una semana para la primera sesión de investidura, el próximo dos de marzo, no hay avances tangibles en las dos direcciones. Con Ciudadanos, se han […]
Dirigentes Digital
| 19 feb 2016
Esta semana ha sido decisiva para Iglesias para avanzar en ambos frentes. Cada vez que hace una aparición pública Pedro Sánchez derrocha optimismo pero, a falta de algo más de una semana para la primera sesión de investidura, el próximo dos de marzo, no hay avances tangibles en las dos direcciones. Con Ciudadanos, se han sentado hablar los equipos negociadores. Los socialistas han avanzado que la próxima semana sellarán un acuerdo para la investidura. Los dos partidos se han puesto de acuerdo en lucha contra la corrupción y políticas sociales. Hay entendimiento en la despolitización de los órganos reguladores y constitucionales, de tal forma, que han pactado un nuevo modelo de elección de los miembros de órganos como el Tribunal Constitucional, el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal de Cuentas, el Defensor del Pueblo y la Comisión Nacional del Mercado de Valores, entre otros.
También han acordado que no haya imputados en las listas electorales y suspender a los cargo públicos implicados en casos de corrupción cuando se abra juicio oral. La limitación de los aforamientos también está entre los puntos de acuerdo junto con la prohibición legal para conceder indultos a condenados por corrupción o violencia de género. Pero ambas las dos formaciones reconocen que hay escollos en materias de laboral, fiscal y educación.
Ambos partidos esperan que en los próximos días se salven las "barreras", pero aunque se superen, el problema es que los escaños de los dos partidos son insuficientes para el PSOE y la predisposición de Ciudadanos es abstenerse y no un voto afirmativo. La apuesta de Albert Rivera sigue siendo contar con el PP y vetar el apoyo de Podemos a los socialistas.
La postura de rechazo no es exclusiva de Ciudadanos, también de Podemos hacia la formación naranja. Iglesias mantiene el veto de negociar con el PSOE si cierra un acuerdo con Rivera. Aunque la propuesta de máximos del líder podemita de ostentar la vicepresidencia en un posible y mantener el referéndum para Cataluña, más un órdago imposible de tragar para Sánchez; Garzón de IU ha conseguido que PSOE y Podemos se comprometan a negociar la próxima semana. El líder socialista intentará arrancar un pacto de investidura para gobernar en solitario, pero Iglesias ya ha advertido que sólo negociará un pacto de Gobierno.
Si de la reunión a cuatro de los partidos de izquierda sale un acuerdo, el problema es el mismo que con Ciudadanos, las cuentas no salen. El PSOE necesita la abstención de Ciudadanos o de PNV, ERC y DiL.