Más de 282.000 millones de euros o lo que es lo mismo, 353.000 millones de dólares. Esa es la cantidad que los expertos cifran en pérdidas económicas como consecuencia de las 330 catástrofes naturales que tuvieron lugar en 2017 y que en un solo año se han incrementado un 93% con respecto al período 2000-2016. El […]
Dirigentes Digital
| 04 feb 2018
Más de 282.000 millones de euros o lo que es lo mismo, 353.000 millones de dólares. Esa es la cantidad que los expertos cifran en pérdidas económicas como consecuencia de las 330 catástrofes naturales que tuvieron lugar en 2017 y que en un solo año se han incrementado un 93% con respecto al período 2000-2016. El informe anual sobre catástrofes ‘Weather, Climate & Catastrophe Insight:2017 Annual Report’, elaborado por Aon Benfield, donde se evalúa el impacto de los sucesos de este tipo ocurridos el pasado año, pone de manifiesto que el 97% de los siniestros se corresponden con inclemencias meteorológicas y que, en su conjunto alcanzaron un coste de 344.000 millones de dólares (275.000 millones de euros). El 2017 no solo se caracteriza por ser el tercer año más cálido registrado desde 1880 en temperaturas combinadas de tierra y océanos, sino que además, las pérdidas aseguradas para el sector privado y los programas esponsorizados por los gobiernos se encuentran entre las más elevadas de todos los tiempos hasta alcanzar los 134.000 millones de dólares (107.000 millones de euros), justo por detrás de los 137.000 millones de dólares (109.000 millones de euros) de 2011. “Aunque 2017 ha sido un año muy costoso para esta industria, el mercado reasegurador contaba con un capital de 600.000 millones de dólares para hacer frente al elevado número de desembolsos”, subraya el consejero delegado de Aon Benfield, Eric Andersen, quién también destaca el valor del reaseguro, ya que en casos como los incidentes ocurridos en EEUU las compañías desembolsaron el dinero con una media de ocho días. De todos los daños materiales que provocaron los huracanes tanto en EEUU como en la costa del Caribe, -Harvey, Irma y Maria-, solo el 36% contaba con cobertura de seguro. Otra cifra en la que hace hincapié el informe es que los incendios originaron 11.200 millones de euros en pérdidas aseguradas, las más elevadas de este tipo de eventos. “El alto coste de los desastres naturales sirve como recordatorio del alto nivel de riesgo al que seguimos expuestos ya que cada vez más personas y activos se sitúan en áreas particularmente vulnerables a grandes desastres naturales”, sostiene el director de Impact Forecasting y meteorólogo, Steven Bowen. España tampoco se salva. La sequía que asoló durante los meses de verano y otoño tanto a este país como a Italia y Portugal ha tenido una repercusión monetaria valorada en casi 5.000 millones de euros. En el resto de Europa, las tormentas más costosas afectaron a las zonas centrales del continente, especialmente a Polonia y dejaron una factura de daños superior a los 6.500 millones de euros. Frente a esta situación de escenarios climáticos volátiles en cuanto a tamaño y potencial impacto, Bowen hace hincapié en la importancia incrementar la concienciación y, sobre todo, en reducir la parte no asegurada. “Sabemos que los desastres naturales van a ocurrir. La cuestión es en que grado de preparación vamos a tener cuando el próximo tenga lugar”, concluye.