Los fondos globales se han convertido en los grandes protagonistas dentro de las carteras de los inversores. Después de años de apostar por unos fondos más conservadores, el entorno de mercado de bajos tipos de interés ha propiciado el salto hacia los fondos con un mayor componente de riesgo, lo que ha significado incorporar fondos […]
Dirigentes Digital
| 17 may 2018
Los fondos globales se han convertido en los grandes protagonistas dentro de las carteras de los inversores. Después de años de apostar por unos fondos más conservadores, el entorno de mercado de bajos tipos de interés ha propiciado el salto hacia los fondos con un mayor componente de riesgo, lo que ha significado incorporar fondos de renta variable y mixtos. Y para mitigar el impacto de este súbito traspaso a productos más arriesgados, las gestoras se han decantado por comercializar los fondos globales, una categoría que se mantiene como la opción favorita del año, con 4.761 millones de euros en captaciones netas durante el primer trimestre y un volumen patrimonial de 39.560 millones de euros, según los datos de marzo de Inverco. Aunque muchos inversores se decantan por invertir directamente en fondos globales propiamente dichos, una gran parte han optado por los productos perfilados de las gestoras españolas, que se denominan de esta forma porque suelen graduar la aversión al riesgo en función de una cesta de fondos de firmas internacionales. Esto permite mitigar las caídas de los mercados y acompasar la cartera según los movimientos de los activos en los que invierten. Pero ¿qué criterios debe de valorar el inversor antes de decidir elegir un fondo global u otro? “El parámetro de mayor importancia es la previsibilidad del fondo, tener claro cuál será su comportamiento en función de la evolución de los mercados y, ligado a ello, la consistencia en sus resultados y su capacidad demostrada de superar lo que hagan los mercados globales, es decir, su alfa”, explica Guillermo Santos, socio de iCapital. Hay que tener en cuenta que un fondo de renta variable de esta categoría debe de contar con una adecuada diversificación geográfica y por sectores para que pueda ser considerado verdaderamente como un fondo global. “Debemos conocer, además, si el estilo de gestión es value, growth, o una combinación de ambos. Y debemos determinar si deseamos cubrir el riesgo de la divisa, lo que puede incrementar los gastos del fondo pero reducir su volatilidad”, señala Carlos Farrás, socio director de DPM Finanzas. “En inversiones a largo plazo, lo aconsejable sería no cubrir la divisa porque su impacto en el muy largo plazo es menor”. Respecto a los fondos de renta fija globales, José María Loinaz, socio y responsable de Análisis de Mercados y Fondos de Sássola Partners, advierte de que la diversidad de activos es todavía más importante porque “vivimos en un mercado completamente dependiente de las acciones de los bancos centrales, por lo que esa flexibilidad a la hora de adoptar ciertas estrategias y diferentes tipos de activos es necesaria”. Si quiere seguir leyendo el reportaje completo suscríbase a la revista Dirigentes