Mercados ultradependientes de los bancos centrales. Y bancos centrales conscientes de poder manejar a los inversores a su antojo. Es la sensación que muchos operadores mantienen ante el comportamiento de unos inversores que, con una simple frase llegada desde un organismo monetario, son capaces de olvidar resultados empresariales o datos macroeconómicos para guiar sus inversiones. […]
Dirigentes Digital
| 23 jun 2014
Mercados ultradependientes de los bancos centrales. Y bancos centrales conscientes de poder manejar a los inversores a su antojo. Es la sensación que muchos operadores mantienen ante el comportamiento de unos inversores que, con una simple frase llegada desde un organismo monetario, son capaces de olvidar resultados empresariales o datos macroeconómicos para guiar sus inversiones.
La reunión que la pasada semana mantuvo el Banco de Inglaterra fue un ejemplo más de lo que está ocurriendo. En un discurso de hace dos semanas, el gobernador Mark Carney sorprendió con una postura más restrictiva en lo que a política monetaria se refiere, al sugerir que la primera subida de tipos podría producirse antes de lo que los mercados creen. Sin embargo, las actas del BoE conocidas la pasada mostraron una situación radicalmente distinta, pues ningún miembro del Comité votó a favor de una subida de tipos.
Algunas voces apuntan a que con este tipo de movimientos, los bancos centrales estarían intentando disipar el ya conocido "exceso de complacencia" en el mercado, ante unos niveles de volatilidad extremadamente bajos.
A pesar de estas críticas, desde JP Morgan insisten en que el discurso de Carney "sirve como oportuno recordatorio de que los inversores deben prepararse para un entorno de mayores tipos de interés y más volatilidad". Los analistas de la firma Stephanie Flanders y Kerry Craig recuerdan que aunque las acciones de los bancos centrales han contribuído a mantener la volatilidad en niveles inferiores a su media histórica durante un largo periodo de tiempo, esta situación podría cambiar pronto- "El BoE se ha propuesto instigar un comportamiento de mercado más «normal» mediante la generación de cierta volatilidad que no ponga en peligro la recuperación económica". aseguran.
Los expertos resumen en 3 puntos las claves del mensaje de Carney:
1. Recuperación económica: La economía continúa recuperándose más rápido de lo previsto e incluso las últimas previsiones del BoE, que superaban a las de consenso, ya parecen demasiado bajas por la persistente fortaleza del mercado laboral y la mejora de los indicadores económicos adelantados. «El Comité de Política Monetaria (MPC) espera que la tasa a la que se está reduciendo el exceso de capacidad se ralentice durante la segunda mitad del año, a medida que el crecimiento de la producción se relaje y se registren mejoras de productividad, pero de momento, vemos pocas señales de una desaceleración del crecimiento de la producción».
2. Tipos de interés: Las previsiones para los tipos de interés que maneja el BoE no siguen un calendario establecido, sino que dependen de una serie de indicadores que permiten evaluar la fortaleza de la economía y la respuesta de política monetaria más adecuada. Si los datos mejoran, aumentará la expectación sobre cuándo subirán los tipos de interés. «Se está especulando mucho sobre la fecha exacta de la primera subida de tipos y esta decisión se está volviendo más equilibrada. Podría producirse antes de lo que los mercados creen». Aun así, cuando los tipos comiencen a subir, lo más probable es que lo hagan de forma «gradual y limitada».
3. Mercado inmobiliario: Al BoE no le preocupa tanto el incremento del precio de la vivienda como la posibilidad de que las familias vuelvan a sobreendeudarse. El Tesoro británico ha autorizado formalmente al banco central para que limite la cuantía de los créditos hipotecarios según la renta familiar y el valor de la vivienda.
Sin embargo, la aplicación de medidas macroprudenciales no debería considerarse un sustituto de la política monetaria y las subidas de tipos. «Para que quede claro, el BoE no establece un objetivo para la inflación del precio de los activos en general ni para el precio de la vivienda en particular. Lo que nos preocupa es el endeudamiento… Las medidas de protección pueden ser graduales y proporcionadas si se actúa con tiempo suficiente. Podemos reducir riesgos futuros si evitamos que los requisitos para la concesión de nuevas hipotecas se relajen demasiado».