Uno de los objetivos de la reforma eléctrica, que entró en vigor hace más de un año, es que los consumidores pagaran menos por el recibo de la luz. Se cumplió a cierre de año. Los 13 millones de clientes acogidos al Precio Voluntario para el Consumidor (PVPC) notaron de media un 2% de descenso, […]
Dirigentes Digital
| 25 feb 2015
Uno de los objetivos de la reforma eléctrica, que entró en vigor hace más de un año, es que los consumidores pagaran menos por el recibo de la luz. Se cumplió a cierre de año. Los 13 millones de clientes acogidos al Precio Voluntario para el Consumidor (PVPC) notaron de media un 2% de descenso, debido a la caída del 5% del precio medio de la electricidad. Pero le va a costar al ministro de Industria, José Manuel Soria, mantener su promesa para 2015. En enero ya hubo un serio aviso para navegantes, subió un 8,6%. Soria ya dijo que habría que esperar a ver qué pasa en febrero.
De momento, el viento sopla favor para el ministro, y nunca mejor dicho. Las condiciones meteorológicas con lluvia y viento han provocado que el precio medio se sitúe en 41,20 euros el MWh en lo que va de febrero, según el OMIE, el mercado mayorista donde se fija los precios. Supone un descenso del 20% y situarse por debajo de los niveles de 2014. Se ha producido gracias a que la aportación de la energía eólica e hidráulica ha sido mayor reduciendo el coste de producción del sistema.
Para que se mantenga esta tendencia el Gobierno va a tener que cruzar los dedos para que aguante el mal tiempo. Uno de los grandes cambios que introdujo la reforma fue eliminar las subastas del Cesur que fijaban el precio para los tres meses siguientes y vincular el precio de la electricidad que paga el consumidor a la cotización en tiempo real del mercado mayorista, por lo que nunca va a saber cuánto va a pagar por la luz y va a quedar expuesto a la volatilidad del mercado. Para hacerse una idea en febrero entre el precio diario más bajo ha sido cinco veces más barato que el más alto, una diferencia del 500%.
Los primeros meses del año suele ser favorables para un descenso en los costes de generación eléctrica del sistema que se traduce en una caída de precios, pero las previsiones de aquí a final de año no son buenas. Las grandes eléctricas que han presentado esta semana sus resultados anuales han previsto que el precio de la electricidad sea mucho más caro para cubrir su producción. Su opinión cuenta mucho para al final componer el precio final de la electricidad como agentes fundamentales en el mercado mayorista. A la vez que vende su producción, sus filiales distribuidoras de la eléctrica son las que compran la energía. Las eléctricas están en ambos lados de la oferta y de la demanda del mercado.
El nuevo consejero delegado de Endesa, José Bogas, afirmó que prevén que el precio se acerque a los 60 euros para cubrir el 100% de su producción anual y el director general de negocios de Iberdrola, Francisco Martínez Córcoles, pronosticó que se situaría de media sobre los 58 euros. El consejero delegado de Gas Natural Fenosa, Rafael Villaseca, fue más prudente en su encuentro con analistas y no fijó niveles, pero sí dejó claro que este año habrá un repunte en el precio.
Las previsiones del sector están incluso por encima de las cotizaciones del mercado de futuros del OMIP, donde se negocia contratos a meses vista y que suele ser el mejor indicador de cómo evolucionarán los precios. Para el segundo trimestre se está comprando el MWh a 43 euros, para el tercero a 48 euros y para final de año a 47 euros. Los precios se suelen ajustar a la cotización diaria según se acerca vencimiento, pero están muy por debajo de los grandes números de las grandes eléctricas.
De confirmarse sus pronósticos, el precio medio de la electricidad este año se encarecería un 26%. Teniendo en cuenta que la energía consumida solo ocupa un 40% de la factura final del recibo, el consumidor paga un 20% de término fijo y el resto de impuestos, el coste para cliente subirá de media un 10% durante todo el año.