Las empresas están en constante evolución y por ello, precisan de personal que sepa adaptarse al cambio y afrontar la evolución del mercado. Con todo ello, lo que se demanda a los candidatos en los procesos de selección actuales, ha cambiado también. Tal y como se destaca desde Setesca Talent, dedicada a la identificación y […]
Dirigentes Digital
| 19 nov 2017
Las empresas están en constante evolución y por ello, precisan de personal que sepa adaptarse al cambio y afrontar la evolución del mercado. Con todo ello, lo que se demanda a los candidatos en los procesos de selección actuales, ha cambiado también. Tal y como se destaca desde Setesca Talent, dedicada a la identificación y captación de talento profesional, en la actualidad, las compañías ya no buscan conocimientos sino más bien actitud. Gente formada hay mucha, pero es más complicado encontrar personas con la actitud correcta. Sin embargo, ¿qué actitud buscan las empresas? “Los responsables de las compañías están buscando profesionales que realmente crean en el proyecto y se adecúen a la cultura corporativa”, comenta Jordi Damià, Socio Director de Setesca, a lo que añade “además, no solo es importante lo que sabes, sino que es muy importante que muestres claramente lo que sabes. El gran problema que tienen los candidatos hoy en día es que no saben comunicar correctamente y esto es básico”. La principal razón de la importancia de la actitud para las empresas, es que estas se han dado cuenta, que la principal palanca para la competitividad y la innovación es la actitud de sus profesionales (además de la preparación). De hecho “la preparación hace que una empresa funcione, pero la actitud es lo que hace que una empresa triunfe o fracase”. En este contexto, el tipo de actitud que se busca en el candidato y se resume en estas características: positiva, realista, con determinación, mostrando confianza, precisa, empática, abierta, proactiva, amable, responsable y con valores ético/morales. Además de todo esto, hay que recordar a los candidatos que la empresa donde vayan no cambiará por ellos, sino que ellos deben adaptarse a la empresa. Esto siempre es así, salvo en aquellos casos en los que la empresa explícitamente indique al candidato que puede aplicar su propio método de trabajo. En un entorno con una competitividad tan alta, es este tipo de actitud lo que decanta la balanza claramente a favor de un tipo de candidato.