Desde hace unos años, los datos económicos de China se analizan con lupa y se plantean dudas sobre si conseguirá mantener sus cifras de crecimiento de años anteriores. El terreno de las exportaciones es crucial para que la fábrica del mundo pueda seguir cuadrando números. En este sentido, el dato de septiembre ha sido positivo […]
Dirigentes Digital
| 13 oct 2014
Desde hace unos años, los datos económicos de China se analizan con lupa y se plantean dudas sobre si conseguirá mantener sus cifras de crecimiento de años anteriores. El terreno de las exportaciones es crucial para que la fábrica del mundo pueda seguir cuadrando números. En este sentido, el dato de septiembre ha sido positivo con una subida que marca el mayor repunte en 19 meses y supone un crecimiento del 15,3% si se compara con el mismo mes del año anterior.
Las exportaciones han ido mejor que lo esperados. El panel de analistas de Reuters, por ejemplo, apuntaba un crecimiento del 11,8% que finalmente ha sido superado. Estas cifras toman relevancia en un contexto donde la demanda interna podría estar ralentizándose mientras continúan otros problemas como la burbuja inmobiliaria.
El mercado inmobiliario del país podría estar enfriándose lo que puede hacer estallar una burbuja que ha ido sobrecalentándose en los últimos años. En algunas zonas del país, las grandes construcciones han dado lugar a barrios de hormigón donde todavía no vive nadie y si esto prosigue es probable que nunca lo hagan.
Por su parte, las importaciones subieron un 7% en términos de valor, frente a una estimación en el sondeo de Reuters de una caída de un 2,7 %. Otro dato positivo para tratar de mostrar el dinamismo económico del país.
"La gran implicación es que (el crecimiento de) las importaciones es mucho más sólido, por lo que no importa cuál es la razón, creo que va a reducir un poco la preocupación de la debilidad interna empuje a la baja a la actividad económica", dijo Zhu Haibin, economista de JPMorgan a la agencia de noticias Reuters.