Coincidiendo con la opinión de la agencia de calificación crediticia Fitch, las grandes gestoras internacionales insisten en que la victoria del ‘No’ en el referéndum del pasado domingo abren un poco más la puerta a una salida desordenada de Grecia. "Un acuerdo es posible, pero el tiempo es corto y el riesgo de errores políticos […]
Dirigentes Digital
| 08 jul 2015
Coincidiendo con la opinión de la agencia de calificación crediticia Fitch, las grandes gestoras internacionales insisten en que la victoria del ‘No’ en el referéndum del pasado domingo abren un poco más la puerta a una salida desordenada de Grecia. "Un acuerdo es posible, pero el tiempo es corto y el riesgo de errores políticos es elevado", advertía la agencia de rating en una nota esta misma semana.
En las últimas jornadas, los inversores han visto cómo las pérdidas se apoderaban del mercado, en un vaivén de movimientos al compás de las contradictorias noticias llegadas desde Bruselas. Aún así, los expertos consideran que las caídas han sido limitadas para el drama que vive Europa.
Paras Anand, responsable de Renta Variable Europea de Fidelity, explica que "cuando tenemos en cuenta los factores que influyen en la cotización de las acciones en el largo plazo, es importante recordar que los macroeconómicos tienen una influencia muy pequeña en comparación con los fundamentales de las empresas". Y es que en periodos de inestabilidad, es posible olvidar esto, por lo que insiste en que "el riesgo de un contagio al sistema financiero en su conjunto permanece relativamente bajo".
Por su parte, Dierk Brandemburg, analista de Renta Fija Soberana de la firma, opina que la decisión del BCE de mantener el ELA a la banca griega "asegura que las letras griegas podrían ser renovadas esta semana, lo cual daría solvencia a Grecia, pero no liquidez". Así, y con el cierre de bancos más prolongado de lo esperado inicialmente, el experto considera que Tsipras necesitaría aplicar rápidamente el tercer rescate, "que él evalúa en 30.000 millones de euros en los próximos 2 años", pero que el FMI calcula en al menos 50.000 millones de euros (sin tener en cuenta el impacto que los controles de capital hayan tenido en la economía griega). "En cualquier caso, el tercer rescate tardaría en negociarse varias semanas, por lo que la deuda que vence el 20 de Julio no podría ser pagada por Grecia, lo que llevaría probablemente al BCE a extender un periodo de gracia de un mes", indican desde la entidad.
Este mismo escenario manejan desde JP Morgan AM. Stephanie Flanders Responsable de estrategia de mercados para Reino Unido y Europa de la entidad, estima que para esa fecha clave del 20 de julio, "es posible que el Gobierno heleno haya tenido que recurrir a emitir pagarés (IOU) para cubrir sus gastos corrientes, lo que supondría otro paso más en el camino hacia el establecimiento de una divisa paralela y la salida del euro".
¿Sin riesgo de contagio?
A pesar de la difícil situación, la experta recuerda que la aversión al riesgo no ha impedido que el diferencial entre el coste de financiación de los países del núcleo y de la periferia se mantenga por debajo de máximos anteriores.
Según explica Giordano Lombardo, Director de Inversiones de Pioneer Investments, esta respuesta menos dramática de lo esperado en el mercado puede deberse a la combinación de dos factores. "Por un lado, espera que se alcance un acuerdo para que Grecia permanezca en la Eurozona y que pueda prevenir el colapso del sistema financiero. Por otro, la probabilidad de que se produzca un efecto contagio es mínima gracias a las herramientas que tiene el Banco Central Europeo (BCE)y que puede poner en marcha para garantizar la estabilidad financiera Europea". Aún así, desde la firma reiteran que "no creemos que el BCE pueda tomar sólo la responsabilidad de este asunto".
Christophe Donay, director de macroeconomía de Pictet WM, división de banca privada del grupo suizo Pictet, añade que "en caso de estancamiento entre Grecia y sus acreedores, el BCE no será capaz de continuar proporcionando la asistencia de liquidez de emergencia a los bancos griegos mucho tiempo". El resultado, a su juicio, sería una rápida caída del sistema bancario griego, necesidad de su gobierno de emitir moneda paralela y una salida de Grecia por la vía de hechos de la Euro Zona, con la correspondiente depresión económica e impago de deuda soberana.
Aún así, desde la firma abogan por un llamamiento a la calma entre los inversores. "La crisis griega se acerca, de una manera u otra, a una resolución. Hay que tener en cuenta que hay bastantes posibilidades de que una salida de Grecia de la Zona Euro se evite", explica Donay, recordando que Atenas no presenta actualmente el mismo riesgo sistémico para la Euro Zona que en 2012, que dispone de cortafuegos. "La mayor parte de sus 320.000 millones de deuda pública está en manos del BCE, Fondo Monetario Internacional y el organismo intergubernamental Mecanismo Europeo de Estabilidad, creado por el Consejo Europeo en 2011, para la salvaguardia de la estabilidad financiera en la Euro Zona de forma permanente", indica.
Ante este escenario, desde Pioneer Investments insisten en que los inversores deben continuar lidiando con esta fase de mercado con un enfoque defensivo. "Creemos que es muy pronto todavía para poder tomar una decisión drástica sobre los posibles escenarios", indican, aunque reconocen que "la probabilidad de Grexit ha aumentado y está recogida en el precio del mercado".