Ahora que Donald Trump es oficialmente el candidato del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos, candidatura que hasta no hace mucho era vista como una posibilidad remota, comienzan a aparecer estimaciones “realistas” sobre su eventual triunfo. Uno de esos análisis tiene por objeto el muro que quiere construir en la frontera con México. […]
Dirigentes Digital
| 20 jul 2016
Ahora que Donald Trump es oficialmente el candidato del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos, candidatura que hasta no hace mucho era vista como una posibilidad remota, comienzan a aparecer estimaciones “realistas” sobre su eventual triunfo. Uno de esos análisis tiene por objeto el muro que quiere construir en la frontera con México. El magnate provocó fuertes reacciones cuando dijo que levantaría esa barrera, y que haría pagar a México su construcción, para evitar que lleguen a Estados Unidos los mexicanos que llevan “drogas, crimen y son violadores”. El propio presidente de México, Enrique Peña Nieto, llegó a replicar a Trump afirmando que su país no pagaría la obra. Más allá de la pirotecnia verbal, la administradora norteamericana de fondos Sanford C. Bernstein (AB) publicó el 15 de julio un análisis en el que concluye que el muro beneficiaría a empresas mexicanas. Cambio de tono Phil Rosberg, jefe de analistas de la consultora, señala que la empresa que más se beneficiaría es la cementera mexicana Cemex (compañía estatal). “Tan absurdo como suena el muro fronterizo de Trump (al menos para nosotros), representa una gran oportunidad para empresas de la construcción”, dijo Rosberg. El analista señala que el beneficio alcanzaría también a compañías subsidiarias de Cemex: Grupo Cementos de Chihuahua, Martin Marietta Materials, Vulcan Materials y Calportland. Los autores llegan a esa conclusión tras analizar los desafíos logísticos del proyecto, principalmente las grandes distancias para el transporte de los materiales. Ambos países están separados por una franja de 3.200 kilómetros de extensión, factor que torna atractivo el proyecto para empresas que tienen plantas más próximas de esa línea demarcatoria. ¿Quién lo construye? La construcción requeriría unos 7 millones de metros cúbicos de hormigón, lo que podría costar más de 700 millones de dólares a precios actuales, dijeron los analistas, que estiman un impacto en la demanda de materiales recién a partir de 2018, “como muy pronto”. A pesar de los argumentos relativos a que el Gobierno va a pagar la construcción, el volumen de materiales necesarios para la obra, unos 2.000 kilómetros de extensión para cerrar completamente la frontera, “puede requerir la contratación de personal en ambos lados”, dice Sanford C. Bernstein. Absurdo pero real Más allá de la polémica, el proyecto de Trump no es original: ya existe un muro entre ambos países y mide más de 1.000 kilómetros. Es el sistema de vigilancia conocido como Operación Guardián, para impedir el ingreso de indocumentados mediante paredes de metal y de concreto de hasta 5 metros de altura. La construcción de ese vallado comenzó en 1991 y se aceleró a partir de 1994. El Gobierno de Estados Unidos ya invirtió cerca de 2.500 millones de dólares en la obra. En 2009, la entonces secretaria de Estado Hillary Clinton anunció que su país destinaría 720 millones de dólares a la “modernización” de esos puestos de control. El propósito, dijo la actual competidora de Trump, era el de “facilitar el comercio legal y los viajes” entre ambas naciones.