El ritmo de crecimiento de las ventas al por menor en Estados Unidos se ha desacelerado significativamente en el primer trimestre de 2018: cayeron en términos reales desde el 0,7% en enero y del 0,2% en febrero. La dinámica de consumo se sitúa de esta forma en la parte baja del rango, “situación que no […]
Dirigentes Digital
| 22 mar 2018
El ritmo de crecimiento de las ventas al por menor en Estados Unidos se ha desacelerado significativamente en el primer trimestre de 2018: cayeron en términos reales desde el 0,7% en enero y del 0,2% en febrero. La dinámica de consumo se sitúa de esta forma en la parte baja del rango, “situación que no habíamos visto desde 2012, y estas primeras cifras sugieren un crecimiento del consumo únicamente de entre el cero y el 1% anualizado para el primer trimestre del año”, advierte Christophe Morel, economista jefe de Groupama Asset Management. A su juicio, dos elementos pueden explicar esta caída del consumo: por un lado, habían subido con fuerza en el último trimestre de 2017 (casi al 4% anualizado). Por otro lado “podemos avanzar la hipótesis de un efecto-riqueza negativo dado que la dinámica de consumo va de la mano de una corrección en el mercado de renta variable si cogemos el punto bajo del SP500 (en 2580 puntos el 8 febrero 2018) como referencia.” De esta forma, el economista jefe de Groupama AM subraya que la previsión de crecimiento para el primer trimestre de 2018 ha variado. “En este punto, los datos sugieren un ritmo de crecimiento del PIB cercano al 2% anualizado, frente a un 2,5% de nuestro escenario económico invernal. Este ajuste no es demasiado importante, primero ya que nuestra previsión siempre ha sido prudente para el primer trimestre de 2018, y también debido a que las encuestas empresariales sugieren una reconstrucción de los stocks que potencialmente será más fuerte de lo anticipado; esto debería sostener el crecimiento durante los 2 primeros trimestres del año”, señala. En conjunto, “si bien no hay motivo para preocuparse por la dinámica económica coyuntural en EE UU, las últimas publicaciones respaldan nuestra hipótesis de una fuerte sensibilidad del consumo en las variaciones de los mercados de renta variable”, concluye.