Hace dos años cuando Susana Díaz fue elegida por el dedo de José Antonio Griñán pocos creían que el futuro del partido dependería de esta sevillana, que convocó elecciones anticipadas el pasado mes de enero rompiendo el Gobierno en coalición con Izquierda Unida. Será el primer plebiscito del año, en el que se celebran las […]
Dirigentes Digital
| 20 mar 2015
Hace dos años cuando Susana Díaz fue elegida por el dedo de José Antonio Griñán pocos creían que el futuro del partido dependería de esta sevillana, que convocó elecciones anticipadas el pasado mes de enero rompiendo el Gobierno en coalición con Izquierda Unida. Será el primer plebiscito del año, en el que se celebran las elecciones autonómicas y municipales, las catalanas y las generales al final de año, cuando las encuesta dan un desplome de los principales partidos, que han estado en el poder desde que se inició la democracia elecciones generales, y la aparición de nuevas formaciones que amenazan el status quo del tablero político de España.
En la primera cita electoral, Susana Díaz juega en casa con los pronósticos a su favor para ganar las votaciones pero con la necesidad de encontrar un nuevo socio que por lo menos le asegure la formación de Gobierno. La dirigente intentará convencer a los andaluces con una política continuista y romper la herencia recibida de la corrupción que ha salpicado al partido desde hace varios años.
El POSE de Andalucía ha puesto el acento durante la campaña en la mal endémico del paro. Con una tasa de paro del 34% que llega al 59% entre los menores de 25 años, los jóvenes se han convertido en una prioridad ampliando el Plan de Empleo Juvenil que facilite las prácticas en empresas e incentivos a la contratación de menores de 25, mayores de 45 y parados de larga duración.
Otra de las medidas estrellas es el programa Aporta en Andalucía, que consistirá en facilitar el acceso al empleo y a tecnologías para proyectos empresariales. Se prevé un "servicio de acompañamiento" que integre todos los programas de búsqueda de trabajo.
El punto débil de la candidata es la corrupción. Para ello ha propuesto una oficina de prevención del fraude y de la corrupción, una iniciativa destinada a prevenir malas prácticas y a fomentarla conciencia y participación ciudadanas en favor de la transparencia y la ética en la actuación pública, así como una Hoja de ruta de Gobierno Abierto en la Administración de la Junta que permita implementar adecuadamente los pilares de transparencia, participación, colaboración, evaluación y rendición de cuentas. Para valorar la importancia que le da el partido, son las primeras propuestas de su programa electoral. Durante el pasado mandato Díaz aprobó una de las leyes de transparencia más avanzadas de España.
Díaz cuenta con el aval, de ser una de las pocas regiones de evitar los desahucios, aunque la ley fue recurrida por el PP en el Constitucional. También es la comunidad que menos ha reducido el presupuesto para sanidad y educación, y mantener como pilar la Ley de Dependencia. La Junta es el único Gobierno autonómico que financia la dependencia al 80% del presupuesto.
Por el contrario, Andalucía es una de las regiones donde más impuestos se pagan, por detrás de Cataluña. Díaz ha prometido una rebaja de impuestos para las clases más desfavorecidas y aumentarlos en las rentas más altas. Durante la campaña el partido se ha esforzado en explicar que es la comunidad donde las tasas universitarias son más baratas y de las pocas que se han mantenido las becas por libros, transporte y comida para los escolares.
Días, ante las críticas de que su futura presidencia es provisional, para dar el salto a la política nacional como candidata a las generales, ha prometido que no se presentará, aunque la fuerza que acumula dentro del partido al controlar la federación poderosa le permitirá influir en las decisiones del partido a nivel nacional.