El pasado 1 de febrero de 2014 entró en vigor la normativa SEPA, permitiendo, no obstante, una demora para los productos nicho, anticipos de crédito (N58) y recibos (N32). Esta demora se prorrogará hasta el 1 de febrero de 2016. A pesar de que la entrada en vigor, se produjo hace más de año y […]
Dirigentes Digital
| 14 dic 2015
El pasado 1 de febrero de 2014 entró en vigor la normativa SEPA, permitiendo, no obstante, una demora para los productos nicho, anticipos de crédito (N58) y recibos (N32). Esta demora se prorrogará hasta el 1 de febrero de 2016. A pesar de que la entrada en vigor, se produjo hace más de año y medio, los bancos han seguido aceptando de forma habitual la N19, por lo que muchas pequeñas y medianas empresas, a día de hoy, todavía no han abordado el cambio definitivo.
Como explica Isabel Pomar, dirigente comercial y de marketing de Datisa, "a partir del uno de febrero de 2016 las entidades bancarias no admitirán ni ficheros planos ni ficheros que transformen CCC a IBAN. Por lo tanto, desde esa fecha, tampoco se podrán utilizar ni los anticipos de crédito ni los recibos, aunque, como alternativa, se deja la puerta abierta a la disposición de otros productos de financiación. Si hablamos de formatos, se deberán abandonar los formatos planos en beneficio del XML y creo, que es en este punto, en el que los proveedores de software deberán ayudar para garantizar que los sistemas funcionen correctamente."
Por tanto, a partir del 1 de febrero de 2016 todas las entidades bancarias rechazarán cualquier tipo de formato, aceptando únicamente los que se ajusten a la norma ISO 20022 XML. De hecho, los bancos ya están informando a sus clientes acerca de la solución técnica que permite financiar los adeudos SEPA ya que, a partir de la fecha señalada, el sistema de compensación entre entidades no aceptará este tipo de operaciones en un formato diferente al adeudo SEPA.
En estos momentos las entidades bancarias siguen rechazando algunos ficheros del tipo AEB58, crédito de fichero, cuyo vencimiento supera la fecha límite impuesta por el Comité Nacional de Pagos.
Desde Datisa apuntan que los ERP más avanzados como el de la firma española, se adaptaron incluso, antes de la imposición normativa, a la nueva realidad que imponía la SEPA. Por lo tanto, las empresas que utilizan estos aplicativos de gestión, debidamente actualizados, no deben tener problemas.