El primer pero es la propia tasa de paro. Aunque descendió al 20,9%, el nivel más bajo desde 2011, sigue siendo muy elevada y alejada de una estabilización económica. España se mantiene como el segundo país de la zona euro, con el paro más elevado, sólo superado por Grecia y a kilómetros de la media […]
Dirigentes Digital
| 28 ene 2016
El primer pero es la propia tasa de paro. Aunque descendió al 20,9%, el nivel más bajo desde 2011, sigue siendo muy elevada y alejada de una estabilización económica. España se mantiene como el segundo país de la zona euro, con el paro más elevado, sólo superado por Grecia y a kilómetros de la media situada alrededor del 10%.
Desde el Gobierno siempre que se alude a estas cifras responde que la economía es la que más empleo está generando, pero en el último trimestre de 2015 la creación de empleo bajó su intensidad. Por segunda vez desde el inicio de la crisis, en el último trimestre de año subió la ocupación pero en 2015 lo hace a un ritmo inferior a 2014. Ascendió un 0,25% frente al 0,37% del periodo anterior. Hubo 20.000 ocupados menos. Sin embargo, en el conjunto del año, 2015 fue mejor en un 4% gracias al empuje de trimestres anteriores.
La evolución de la población activa es clave para entender el descenso de la tasa de paro a niveles de 2011, la creación de empleo se situó en 523.000 ocupados en 2015 más frente al descenso de 678.200 personas menos en el paro. Esta diferencia hay que buscarla en las personas activas, las que se declaran en disposición de trabajar.
En el último año la población activa ha descendido en 153.200 personas. Un descenso sólo superado en 2013, cuando bajó en 289.500 personas. La fuerza disponible de la economía española no ha parado crecer en su serie histórica, por la incorporación de la mujer al mundo laboral y mano de obra extranjera, pero la crisis rompió la tendencia. Desde 2011 no ha parado de caer, en total han desaparecido del mercado laboral 567.000 trabajadores. El dato se explica porque muchos trabajadores han optado por la prejubilación, otros por emigrar a otros países y también porque simplemente han tirado la toalla para reengancharse a un trabajo.
La tasa de paro es un cociente entre personas que no tienen trabajo respecto a la población activa total. Si bajan los activos es más fácil que la tasa de desempleo descienda con mayor velocidad, a pesar de que no se produzca un repunte sustancial de ocupados.
Otro dato que cuestiona la buena evolución del mercado laboral es la temporalidad. Durante 2015, tanto empleo indefinido como temporal ha crecido, pero el temporal subió el doble. Mientras hubo 170.00 ocupados más con contratos indefinidos, los temporales fueron 335.000 temporales. Por cada puesto de trabajo indefinido creado, hay dos temporales.