La renta fija se ha convertido sin duda en el activo más difícil de gestionar para los gestores este 2015. Y Richard Woolnough no es una excepción. Ni siquiera con su fantástico track record que ha posicionado al M&G Optimal Income como un elemento core en las carteras en los últimos años. Sin embargo, la […]
Dirigentes Digital
| 09 jul 2015
La renta fija se ha convertido sin duda en el activo más difícil de gestionar para los gestores este 2015. Y Richard Woolnough no es una excepción. Ni siquiera con su fantástico track record que ha posicionado al M&G Optimal Income como un elemento core en las carteras en los últimos años.
Sin embargo, la caída de los rendimientos en los mercados de deuda europea no han dejado opción al gestor, que, al igual que la mayoría de sus pares, no ha sido capaz de aprovechar el difícil entorno. En los últimos meses, los inversores se han vuelto plenamente conscientes de que la renta fija ya no es un activo cien por cien seguro, y han preferido desviar sus apuestas hacia otras alternativas.
Este escenario ha pasado una dura factura a muchos fondos de esta categoría, de la que no se ha librado el M&G Optimal Income, con salidas de flujos que se han acentuado en los últimos tres meses según fuentes del mercado.
El fondo tiene como objetivo proporcionar un rendimiento total (la combinación de ingresos y crecimiento del capital) a los inversores basándose en la exposición a flujos de ingresos óptimos en los mercados de inversión.
Es un producto de bonos flexible, que permite la inversión en una amplia gama de activos de renta fija en función de los cuales el gestor del fondo determina valor. El enfoque de inversión empieza con un análisis descendente (top-down) del contexto macroeconómico, que incluye las perspectivas de evolución del crecimiento económico, la inflación y los tipos de interés.
Los resultados de este análisis se utilizan en el proceso de toma de decisiones respecto al posicionamiento de duración del fondo y su asignación a las distintas clases de activo de renta fija.
La selección individual de crédito se lleva a cabo con el soporte del equipo interno de especialistas de crédito de M&G, lo que facilita un análisis ascendente (bottom-up) de los mercados de bonos corporativos para complementar las opiniones del gestor del fondo. No hay restricciones en relación al número de bonos estatales, con grado de inversión o bonos high yield que pueden mantenerse en la cartera.
El fondo también podrá invertir en otros activos, como la liquidez, derivados y renta variable, aunque esta última categoría ocupa una parte residual.