En el periodo que comprende entre los años 2014 y 2020, las inversiones en el sector de las telecomunicaciones aumentarán en su mayor parte para el despliegue de redes 4G. Según los medios locales, se prevé que un 76% de la población tenga cobertura para el 2020. Entre los países con mayor capital dedicado a […]
Dirigentes Digital
| 06 mar 2015
En el periodo que comprende entre los años 2014 y 2020, las inversiones en el sector de las telecomunicaciones aumentarán en su mayor parte para el despliegue de redes 4G. Según los medios locales, se prevé que un 76% de la población tenga cobertura para el 2020. Entre los países con mayor capital dedicado a esta área destaca Brasil, con aproximadamente el 40% de la participación, seguido de México, con un 25%.
El mayor desafío es la rentabilidad. Las compañías de telefonía deberán elegir entre servicios de voz y mensajería o un mayor uso de los datos móviles, los cuales requieren mayor tecnología y capacidad de banda ancha. Por su parte, los usuarios prefieren mayor penetración y calidad de los servicios basados en banda ancha móvil, lo que resulta menos rentable para las empresas del sector.
La presencia de teléfonos inteligentes está aumentando cada vez más. Desde el 32% de población que tenía uno en 2014, los expertos estiman que para 2020 esta penetración será del 68%. Este hecho requiere una mayor banda ancha por lo que las empresas especializadas en telecomunicación deberán adaptar sus tecnologías con mayor urgencia si quieren tener beneficios.
Esta gran demanda de banda ancha viene acompañada de muchas opiniones al respecto de la regulación, desde el punto de vista fiscal hasta las políticas de neutralidad en la red. Las telefónicas están luchando para que servicios como Whatsapp tengan la misma regulación. La respuesta de los propietarios de estas redes, como Facebook en el caso de Whatsapp, es de rechazo pero no rechazan trabajar junto a los operadores para mejorar el negocio en América Latina.