Con una desaceleración más notoria en aquellos países que alcanzaron tasas históricas de expansión de su PIB durante el auge de las materias primas, la región como un todo se enfrenta a la perspectiva de una inflación persistente. Datos de junio del BBVA Research muestran un aumento de precios cercano al 40% en Argentina y […]
Dirigentes Digital
| 11 jul 2016
Con una desaceleración más notoria en aquellos países que alcanzaron tasas históricas de expansión de su PIB durante el auge de las materias primas, la región como un todo se enfrenta a la perspectiva de una inflación persistente.
Datos de junio del BBVA Research muestran un aumento de precios cercano al 40% en Argentina y del 10% en Brasil, Colombia y Uruguay. Ya en Chile y Perú gira en torno al 4%. En 2010, los dos primeros países informaron tasas de crecimiento de 11,8% y 7,5%, respectivamente.
"Si no se produce un cambio significativo en la conducción de la política monetaria o en los mecanismos de indexación, el problema será mayor en Argentina, pero también en Brasil, Colombia y Uruguay", dice Enestor Dos Santos, economista principal para Brasil y América Latina de BBVA Research.
Riqueza y pobreza
La región como un todo creció, entre 2004 y 2011, un promedio de 5,3% al año. La Comisión Económica Para América Latina (Cepal) observa que la proporción de pobres cayó de 43,9% a 29,4% entre 2002 y 2011.
Para ese resultado, "fue fundamental el fuerte aumento de las exportaciones, lo que permitió también una valorización cambial y acumulación de las reservas", señala la Cepal al analizar el período desde una perspectiva de restricción externa.
Iniciada la segunda mitad de la década, el panorama se presenta bien diferente. "En prácticamente todos los países de la región la inflación supera el techo del intervalo objetivo establecido por las respectivas autoridades monetarias", apunta el BBVA.
Precios contra cambio
En su análisis, el equipo del BBVA Research separa razones subyacentes y "ruidos estadísticos" provocados por precios volátiles, como los de alimentos y los regulados, para identificar cuál es la inercia inflacionaria que opera de hecho.
Así, llega a la conclusión de que la alta inflación actual se debe en gran medida al efecto que la depreciación cambiaria recientemente ha tenido en los precios. Registrándose una leve valorización de las monedas locales, la inflación tenderá a bajar, principalmente a partir de los ajustes adoptados en Brasil y Argentina, pronostican los economistas.
Persistencia en baja
"Lo más probable es que a lo largo de lo que queda de 2016 y en 2017, la inflación vaya convergiendo a los objetivos de política monetaria", resalta el análisis, enfatizando que la persistencia de la inflación representará un lastre para alcanzar tales objetivos.
"Principalmente en Argentina, pero también en Brasil, Colombia y Uruguay, si es que no se produce un cambio significativo en la conducción de las políticas monetarias en los mecanismos de indexación", concluye el informe.