No solo en España la transparencia entre políticos y gobernantes se ha convertido en un clamor para la ciudadanía, también en Bruselas después del escándalo de los Lux Leaks que ha puesto contra las cuerdas al nuevo ejecutivo. La Comisión ha anunciado un ejercicio sin precedentes: la publicación de la agenda de reuniones de los altos dirigentes, desde el presidente hasta los directores generales.
A partir de diciembre, la
página web de la Comisión Europea publicará todos los encuentros que tengan los dirigentes con personas o instituciones en el Registro de Transparencia. Bruselas toma esta decisión por las fuertes críticas que reciben sobre la influencia de los lobbies en las decisiones de la Unión Europea. El Europarlamento en los últimos años ha presentado informes donde se reflejaban las presiones que realizaban representantes de distintos sectores económicos y ha intentado impulsar medidas para que el Ejecutivo comunitario mejorara en su transparencia.
Pero el caso de los pactos fiscales entre Luxemburgo y grandes corporaciones, cuando el actual presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, era el primer ministro del país, ha sido el motivo para dar este paso tan drástico.