El dirigente ha asegurado que el principal reto que afronta la banca española es elevar su
rentabilidad, y uno de los caminos para lograrlo son las fusiones, tanto dentro como fuera de España.
La reducción de la red de oficinas del sector, que todavía es más densa que la media europea, es otra de las formas de mejorar la rentabilidad y "este proceso puede tener un cierto recorrido".
Además, la banca española también tiene que profundizar en la innovación tecnológica y en la transformación digital, ha añadido. Pese a la notable mejora de los resultados, el negocio bancario sigue siendo poco rentable en España debido a factores como los bajos tipos de interés, que hacen que los niveles actuales de rentabilidad sobre fondos propios estén por debajo de las estimaciones del coste del capital, ha explicado.
Para justificar las medidas que tiene que afrontar la banca española, ha explicado que la sostenibilidad de los márgenes depende de que haya un nivel de actividad suficiente para compensar la escasa aportación de los precios a la cuenta de resultados, "lo que ahora mismo no está ocurriendo, ya que el nivel de actividad bancaria es todavía reducido".
El gobernador ha subrayado que en la baja rentabilidad influye el elevado volumen de activos improductivos, dudosos y adjudicados, que permanecen en los balances de las entidades, "aunque los dudosos ya se están reduciendo de forma significativa desde que la economía ha entrado en la senda del crecimiento".