Con el inicio del nuevo ejercicio, los autónomos afrontan un 2018 lleno de novedades. La entrada de la nueva ley que incluye algunas medidas como la ampliación de la tarifa plana de 50 euros de seis meses a un año para fomentar el emprendimiento o la posibilidad de desgravarse los gastos de alojamiento y dietas, unido […]
Dirigentes Digital
| 15 ene 2018
Con el inicio del nuevo ejercicio, los autónomos afrontan un 2018 lleno de novedades. La entrada de la nueva ley que incluye algunas medidas como la ampliación de la tarifa plana de 50 euros de seis meses a un año para fomentar el emprendimiento o la posibilidad de desgravarse los gastos de alojamiento y dietas, unido a la mejora de la situación económica, dibujan un nuevo escenario más favorable para este colectivo. La encuesta anual que realiza la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) arroja que el 79,4% de los trabajadores independientes confía en que su negocio mejorará o se mantendrá estable a lo largo de este 2018 y de este total, un 35,6% espera resultados "mucho más positivos"de los obtenidos hasta la fecha. Así, de las 1.089 encuestas validadas, un 68,1% considera que la economía continuará la senda de creación de nuevas empresas y, por consiguiente, el número de trabajadores autónomos también crecerá. Respecto a la entrada en vigor de la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo, aprobada el pasado mes de octubre, la mayoría manifiesta "haber oído" hablar de ella (86,7%), pero solo una minoría (6,5%) dice conocerla "en profundidad", una situación que lamentan desde la federación. "A pesar de todo el esfuerzo por dar a conocer las nuevas medidas para el colectivo, un 12,1% de los encuestados afirma no haber oído nada de la nueva ley", añaden. Del escaso porcentaje que sabe de primera mano los cambios que conllevan dichas medidas, se muestran optimistas y más de la mitad aseguran que traerá consigo un "aumento y consolidación del empleo autónomo". Las nuevas medidas de conciliación, que incluyen la exención del pago de la cuota durante el período de baja por maternidad o paternidad, o la posibilidad de pagar solamente desde el día efectivo que se den de alta o de baja en el RETA son las iniciativas más valoradas. Le siguen aquellas relacionadas con el acceso a la formación, la posibilidad de cambiar hasta cuatro veces la base de cotización, la deducción de hasta 26,76 euros diarios en el IRPF por gastos en comida cuando afecta directamente a la actividad, la reducción del recargo del 20 al 10% por retraso en los pagos a la Seguridad Social durante el primer mes, así como la posibilidad de deducirse un 30% de los gastos de suministros como agua, luz o telefonía cuando se trabaje desde casa. MOROSIDAD LASTRA EL NEGOCIO Pese al buen panorama que auguran, uno de cada cuatro autónomos confiesa que el 2017 no fue un año nada fácil. En concreto, de este total, un 38% vieron reducida la facturación de su negocio y un 12,5% atribuye el empeoramiento de su actividad a impagos de clientes, lo que confirma que la morosidad continúa siendo "el principal caballo de batalla". Aunque el tiempo de retraso para el cobro más habitual oscila entre los 60 y 90 días, un amplío porcentaje reconoce tardar entre tres y seis meses. En los casos más extremos puede llegar a extenderse a un plazo superior al año. En este contexto, desde ATA critican que a pesar de la puesta en marcha de la Ley de Morosidad y la Directiva europea, un 40,1% de los emprendedores se ha visto involucrado en esta situación. Unas circunstancias que no afectarán a los empleados a su cargo, ya que el grueso del tejido emprendedor tiene pensado mantener la plantilla de cara los próximos meses, al menos en el momento de la encuesta.