Para beneficiarse de esta bonificación, que entrará en vigor a partir de enero de 2016 en los consistorios que decidan aplicarla, los inmuebles deberán estar catalogados como eficientes, según una calificación que comprende cinco escalafones definidos con una letra del abecedario.
Así, la clasificación A de la eficiencia energética del inmueble podrá disfrutar de una bonificación de hasta el 20% del IBI; la B hasta el 16%; la C hasta el 12%; la D hasta el 8% y la E hasta el 4%.
Se trata de fomentar la construcción y compra de bienes inmuebles energéticamente eficientes, así como la realización de instalaciones u obras para la obtención de la referida certificación, explican desde el grupo popular en el Senado donde ha registrado una enmienda al proyecto de presupuestos generales del Estado de 2016.
Desde el sector se aplaude la medida, Tinsa afirma que aplicar bonificaciones en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a los edificios más eficientes energéticamente es "muy efectivo" para avanzar en la concienciación de la importancia de la eficiencia energética.