Si echamos la vista atrás, nos daremos cuenta que las circunstancias externas que impulsaron con fuerza a las economías emergentes y también a las rentabilidades de sus activos en la primera década del milenio comenzaron a darse la vuelta en 2011. Desde entonces, los analistas de Barclays resumen en cinco los factores exógenos que impactan […]
Dirigentes Digital
| 23 feb 2015
Si echamos la vista atrás, nos daremos cuenta que las circunstancias externas que impulsaron con fuerza a las economías emergentes y también a las rentabilidades de sus activos en la primera década del milenio comenzaron a darse la vuelta en 2011.
Desde entonces, los analistas de Barclays resumen en cinco los factores exógenos que impactan en estos mercados y que han sido un "viento en contra" para ellos: el menor crecimiento de China y de la Zona Euro, los bajos precios de las materias primas (especialmente el petróleo), las perspectivas de mayores rentabilidades en la deuda estadounidense y la fortaleza del dólar.
Combinados, opina la firma británica, estos elementos parece que "podrían convertirse en un reto aún mayor en el futuro y, sobre todo, seguirán pesando sobre los retornos de los activos".
Y es que, China "está experimentando cambios estructurales y se espera que su economía experimente un menor crecimiento en los próximos años". En concreto, los economistas de la entidad calcula que el PIB repuntará un 7% en 2015 y un 6,6% en 2016, porcentajes que contrastan con el 10% de media anual entre 1995 y 2007.
Mientras, la Zona Euro registrará una recuperación "muy gradual" del crecimiento hasta el 1,2% en 2015 y el 1,5% en 2016, aún muy por debajo de la tasa media cosechada por la región entre 1996 y 2010.
"Consideramos que estas ‘ralentizaciones’ así como las reformas estructurales tendrán efectos a largo plazo, sobre todo en los países emergentes que exportan bienes y servicios a ambas regiones", afirman estos analistas.
Por su parte, los precios del petróleo se han recuperado desde los mínimos vistos a principios de año, pero las previsiones de los expertos en materias primas de Barclays apuntan a que el crudo se mantendrá a la baja. Argumentan que para que se produzcan aumentos constantes en las materias primas, el crecimiento mundial debería superar el 4%. Son los exportadores de commodities los que mayor riesgo presentan.
"Los tres primeros ‘vientos en contra’ son de carácter estructural y, como tales, probablemente persistan durante año. Los dos que restan son más cíclicos", pero todo apunta a que su extensión en el tiempo también será prolongada, advierte la firma.
En primer lugar, se espera que los tipos de interés de Estados Unidos suban pues la Fed busca normalizar su política monetaria. Además, este proceso llega tras un largo periodo de flexibilización cuantitativa (QE), que dio lugar a una "compresión de la volatilidad del mercado y a la búsqueda de rentabilidad que benefició a los activos emergentes. Ahora, esos corren el riesgo de una salida de capitales ya que este proceso se revierte". Como muestra, un botón: la reacción al tapering de mayo de 2013.
Finalmente, todo parece apuntar a que la fortaleza del dólar frente a otras divisas emergentes persistirá. Los ciclos del "billete verde" tienden a ser "largos y creemos que éste no será una excepción, ya que probablemente se vea respaldado" por el incremento del precio del dinero por parte de la Fed.