"Creo en un liderazgo americano más inteligente. Lideramos mejor cuando combinamos poder militar con una fuerte diplomacia; cuando equilibramos nuestro poder con la creación de alianzas; cuando no dejamos que nuestros miedos nos cieguen a las oportunidades que este nuevo siglo presenta". Así se expresó el mandatario norteamericano durante el reciente discurso del Estado de […]
Dirigentes Digital
| 12 abr 2015
"Creo en un liderazgo americano más inteligente. Lideramos mejor cuando combinamos poder militar con una fuerte diplomacia; cuando equilibramos nuestro poder con la creación de alianzas; cuando no dejamos que nuestros miedos nos cieguen a las oportunidades que este nuevo siglo presenta". Así se expresó el mandatario norteamericano durante el reciente discurso del Estado de la Unión. Ante el Congreso, Obama presentó este equilibrio entre diplomacia y poderío militar como principal característica de su política exterior, un equilibrio que no complace del todo a los republicanos, a quienes les gustaría una mayor contundencia en el aspecto militar.
A lo largo de este año, Estados Unidos tiene numerosos frentes abiertos en el plano internacional. Desde la firma de los dos grandes tratados comerciales en el Atlántico y en el Pacífico, a la responsabilidad de liderar la coalición de países ante la creciente amenaza del Estado Islámico, el grupo terrorista mejor financiado de la historia. Ucrania, Cuba o el desarrollo de armamento nuclear a nivel mundial serán otras cuestiones por afrontar. Al frente de este cometido, un nuevo secretario de Defensa, Ashton Carter, que cuenta con el apoyo de demócratas y republicanos. Entre sus objetivos, hacer frente al terrorismo islámico en Oriente Medio y norte de África, la crisis de Afganistán, las tensiones en Asia-Pacífico y Europa, la proliferación armamentística y las amenazas cibernéticas.
Lucha contra el Estado Islámico
Estados Unidos lidera una coalición militar internacional contra el Estado Islámico. Fue el pasado mes de agosto cuando Obama autorizó una campaña aérea contra los combatientes que operan en Siria e Irak. Además del apoyo aéreo, los miembros de la coalición se ofrecieron a formar y asesorar al Ejército iraquí, por lo que cerca de 2.700 soldados estadounidenses se han desplegado en la zona para este fin. El presidente estadounidense solicitó además al Congreso una autorización de tres años para usar la fuerza militar contra el grupo terrorista. La última resolución del Congreso estadounidense autorizando el uso de la fuerza fue en 2002, contra Irak, cuando al frente de la Casa Blanca se encontraba George W. Bush.
Paralelamente a estas medidas, se celebró en Washington la Cumbre contra el Extremismo Violento en donde Obama declaró que "Estados Unidos no está en guerra contra el Islam. Los terroristas no representan a mil millones de musulmanes". En este encuentro se anunció la creación de un nuevo alto cargo: enviado especial y coordinador para Comunicaciones Estratégicas contra el Terrorismo. Un cargo que ha sido ocupado por un antiguo asesor de Obama, Rashad Hussain; entre sus funciones, "desacreditar la propaganda de terroristas y degradar su capacidad de diseminar mensajes y reclutar combatientes".
El equilibrio en Asía-Pacífico
En 2015 se celebrarán aniversarios como los 60 años del final de la II Guerra Mundial o el 40 aniversario de la Guerra de Vietnam. Pero más allá de la pompa y circunstancia que llenarán los medios de visitas de estado, las relaciones entre Estados Unidos y la región del Pacífico estarán marcadas por un intenso carácter comercial. En un intento de imponer su posición en la zona, ante la determinante presencia tanto económica como militar de China, Estados Unidos buscará acuerdos y el más claro de ellos es el Transpacífico de Asociación Económica (TPP).
Puede leer el reportaje completo en nuestra revista Dirigentes del mes de abril.