Aún es pronto para decir si los drones van a sustituir a los pájaros en nuestro cielo. La realidad es que en estos momentos la ley está impulsando su utilización y ha permitido que la industria aeronáutica sufra una revolución profunda. De hecho, la implantación de cursos, así como el registro de licencias de operador […]
Dirigentes Digital
| 25 feb 2018
Aún es pronto para decir si los drones van a sustituir a los pájaros en nuestro cielo. La realidad es que en estos momentos la ley está impulsando su utilización y ha permitido que la industria aeronáutica sufra una revolución profunda. De hecho, la implantación de cursos, así como el registro de licencias de operador de drones no deja de acelerar. Así, en España existen más de 2.800 operadores de drones, según datos del Ministerio de Fomento de mediados de febrero. Una cantidad que se complementa con los más de 70 cursos que se imparten en nuestro país para poder adquirir licencia de operador, conforme a los datos de AESA. Y es que las multas por utilizar un dron sin licencia y provocar un incidente pueden quitarle el ímpetu al más osado. Hasta un máximo de 4,5 millones de euros de multa, en función de la gravedad. La legislación permite que los drones circulen más cerca de los edificios, gracias a los avances que han facilitado la incorporación de sensores antichoque y ecolocalizadores. Por otra parte, AESA plantea que los drones de más de 250 gramos incluyan un paracaídas que haga más seguro su uso. Desde Hemav, una de las principales operadoras de drones de nuestro país, indican que en la actualidad los drones tienen grandes beneficios en determinadas tareas. En especial, en lo que atañe al negocio audiovisual, por la relación entre calidad y precio de las imágenes que se consiguen, además de “la poca tecnología que requiere”, afirman. Para un buen número de tareas, las ventajas están claras: se gana en seguridad, eficacia y coste. Eso es lo que afirma Sacramento López, desde Grupo Alta Tensión, una compañía que trabaja con Hemav y está vinculada con Unión Fenosa. Explican que para que los operarios pudieran ejecutar tareas de revisión era necesario realizar el descargo de la línea, dejando sin suministro a muchos clientes. Además de eso, López considera que “es peligroso y costoso llegar a apoyos en zonas de difícil acceso”. Existen aún revisiones de líneas eléctricas con una cámara termográfica desde un helicóptero, con un coste cercano a los 1.800 euros/hora. El ahorro que suponen los drones es considerable con respecto al helicóptero, aunque es un procedimiento que se sigue utilizando en algunos casos. Si en estos momentos la actividad de este sector ya es relevante, desde la Comisión Europea prevén que incremente aún más su importancia. En los próximos diez años, la fabricación de drones civiles en Europa podría suponer el 10% de la facturación del sector aeronáutico, con un volumen de negocio de 15.000 millones de euros al año. De hecho, se espera que en 2035 se generen empleos para 100 mil personas, una cifra que asciende a 250 mil para 2050, según la predicción de la Comisión Europea.