Ken Rogoff y Carmen Reinhart han documentado meticulosamente los periodos de "represión financiera" como el actual, años, e incluso décadas, donde las rentabilidades de corto y largo plazo estuvieron por debajo de la inflación. En Estados Unidos, el último ciclo se extendió entre 1930 y 1970, casi medio siglo en el cual los inversores ganaron […]
Dirigentes Digital
| 24 sep 2015
Ken Rogoff y Carmen Reinhart han documentado meticulosamente los periodos de "represión financiera" como el actual, años, e incluso décadas, donde las rentabilidades de corto y largo plazo estuvieron por debajo de la inflación.
En Estados Unidos, el último ciclo se extendió entre 1930 y 1970, casi medio siglo en el cual los inversores ganaron de media un 1,5% menos que la tasa de su principal erosionada debido los bajos precios. "Fue una pesadilla para los ahorradores", afirma el gestor de Janus Capital.
Los tipos de interés bajos, o en cero, "parecen hacer maravillas en los activos y, por un tiempo, incluso estabilizar las economías reales, pero traen un ‘equipaje’", que según se prolongan en el tiempo se hace más y más pesado.
Y es que, opina, estas tasas en mínimos "destruyen la función del ahorro del capitalismo, que es un componente necesario y, de hecho, un componente simultáneo de la inversión". Y denuncia: "¿Por qué si las empresas pueden pedir prestado casi a cero no iban a invertir este dinero en la economía real? La evidencia que nos dejan los últimos años es que no lo han hecho. En su ligar, han puesto miles de millones en la economía financiera, recomprando sus propias acciones".
Pero, y más importante, añade, los tipos cero "acaban con los modelos de negocio existentes, como los balances de las empresas de seguro de vida y los fondos de pensiones, que esperan utilizar los retornos para pagar los ‘beneficios’ de una sociedad envejecida. Estos pasivos asumidos se basaron en el supuesto de una cartera equilibrada de acciones y bonos con rentabilidades de entre el 7% y el 8%. Ahora, con la deuda corporativa en el 2,3% es obvio que para pagar por los seguros de salud y jubilación futuros, la renta variable debe apreciarse un 10% anual para cumplir con ese supuesto objetivo".
Finalmente, advierte que el mundo desarrollado está empezando a funcionar "en el vacío, porque las inversiones descontadas a cerca de cero sobre el futuro intermedio no pueden proporcionar un flujo de efectivo o retornos del capital necesario para pagar promesas suscritas en el pasado con una sociedad que envejece".
Así, concluye: "Mi consejo es este: salgamos del cero y hagámoslo rápido". Reconoce que una subida de tipos "dañaría un poco" a la "América corporativa" y los precios de acciones y bonos bajarán. Pero, ha llegado el momento de "restaurar la función de ahorro que permite a los negocios basados en los pasivos sobrevivir y que, en último lugar, deriva en un renacimiento de la inversión privada, que es la esencia de una economía sana". Habrá dolor a corto plazo y ganancias a largo…