Teniendo en cuenta que la actividad comercial lleva siglos perfeccionándose, no es de extrañar que la escasa década de vida del e-commerce exija la realización de determinados ajustes en la aproximación que cada empresa realiza a este modelo de negocio. No obstante, el ritmo de evolución que impone el nuevo escenario, exige tomar conciencia de […]
Dirigentes Digital
| 21 sep 2016
Teniendo en cuenta que la actividad comercial lleva siglos perfeccionándose, no es de extrañar que la escasa década de vida del e-commerce exija la realización de determinados ajustes en la aproximación que cada empresa realiza a este modelo de negocio. No obstante, el ritmo de evolución que impone el nuevo escenario, exige tomar conciencia de las necesidades de esta forma de comercialización que implica la participación de todas las áreas de la organización.
Fruto de la inexperiencia y de la escasa reflexión, algunas pymes cometen el error de poner en marcha su tienda online pensando más en una cuestión de imagen y/o estrategia de marketing que en el lanzamiento ordenado de una nueva línea de negocio. Para algunas compañías lo importante es impactar en el cliente y que el producto se venda, da igual si es a través del comercio convencional o a través de la red. Otras empresas especialmente las que cuentan con un modelo de negocio que funciona en el entorno tradicional, deciden asomarse al mundo virtual con un plan poco ambicioso para probar y ver qué pasa, asegura Pablo Couso, consultor senior de Datisa.
Estos planteamientos, siendo respetables, no parten de la base de que en realidad se está abriendo un nuevo canal de ingresos para la organización y que, por lo tanto, éste deberá contar con las herramientas necesarias para controlar su rentabilidad y desarrollarse de manera óptima.
El problema, según comentan desde Datisa, tiene varios orígenes:
La solución pasa porque las empresas actúen comprendiendo que el e-commerce es, en esencia, una plataforma tecnológica para la venta, y que, por tanto, la inversión debe ser fundamentalmente tecnológica, y con una clara orientación a la integración dentro del sistema general de gestión y control de la empresa.