El primer trimestre del año ha provocado un cambio en las preferencias de los inversores en fondos cotizados. La volatilidad de los mercados, la certidumbre de que habrá un incremento de la inflación, sostenido en el aumento del precio de las materias primas, y una subida de la rentabilidad de la renta fija, como se […]
Dirigentes Digital
| 27 abr 2018
El primer trimestre del año ha provocado un cambio en las preferencias de los inversores en fondos cotizados. La volatilidad de los mercados, la certidumbre de que habrá un incremento de la inflación, sostenido en el aumento del precio de las materias primas, y una subida de la rentabilidad de la renta fija, como se ha comprobado en el caso del bono norteramericano a diez años, que ronda el 3% últimamente, ha significado un ajuste de las carteras, en las que los activos de deuda están ganando peso. Y este cambio de enfoque ha tenido su correlato en la asignación de fondos cotizados. César Muro, responsable de distribución pasiva de DWS, explica que en enero todavía “estábamos viendo fuertes entradas en ETF en los mercados de renta variable europeos, pero esto cambió hacia el final del trimestre”. En la gestora aún son positivos con la renta variable europea y especialmente con el mercado de acciones alemán. “Debemos tener en cuenta que el rendimiento del mercado de acciones europeo ha estado rezagado con respecto al mercado estadounidense en los últimos tres años. Sin embargo, en los últimos 18 meses ambos mercados se han movido en paralelo, con un efecto neto de tipo de cambio”, apunta Muro. Pero el responsable de distribución pasiva de DWS señala otra tendencia: la búsqueda por parte de los inversores de la eurozona de alternativas en renta fija en otras divisas, como el dólar. “Los bonos corporativos, los de alto rendimiento y también los soberanos de los mercados emergentes son ejemplos prominentes. Estos flujos podrían ser los primeros signos de una rotación en la renta fija. Pero aún está por ver si se trata de una tendencia sostenible en el largo plazo”, advierte. ¿Será un cambio de tendencia estructural o un simple reajuste de las carteras? En DWS admiten que de momento mantienen la cautela respecto a la “alta volatilidad ” de los mercados de renta variable y las redistribuciones entre las distintas clases de activos. “Debemos tener en cuenta que los inversores han experimentado un largo e inusual periodo de estabilidad, con tipos de interés bajo mínimos y un crecimiento económico moderado. Ahora estamos viendo subir los rendimientos, la mayoría en dólares, un boom económico que está respaldado por valoraciones fiscales y parcialmente caras, por ejemplo, para los valores del sector tecnológico”, explica. Razones por las que considera “normal” que diferentes grupos de inversores se posicionen de forma distinta, produciendo flujos de entrada y de salida. “Estamos muy lejos de un ambiente de nerviosismo en el mercado. Sin embargo, en los mercados volátiles los inversores tienden a usar más los ETF para mantener la flexibilidad y posicionarse tácticamente. En las semanas recientes hemos visto más inversores, incluso inversores de bonos tradicionales, usar bonos de ETF para colocar sus activos”, señala.