French, procedente de BNY Mellon, será la directora de este tipo de estrategias que sigue ganando adeptos en la oferta de las grandes gestoras. Todas ellas han encontrado en este tipo de activos una solución para sus clientes, en su intento por atraer dinero en el mercado de ETFs, a través de la inversión en […]
Dirigentes Digital
| 26 abr 2016
French, procedente de BNY Mellon, será la directora de este tipo de estrategias que sigue ganando adeptos en la oferta de las grandes gestoras. Todas ellas han encontrado en este tipo de activos una solución para sus clientes, en su intento por atraer dinero en el mercado de ETFs, a través de la inversión en factores como dividendos, volatilidad, value y momentum.
Según cálculos de Bloomberg, este tipo de estrategias se incluyen en uno de cada cinco ETFs negociados en las Bolsas mundiales, con una cifra estimada de 400.000 millones de dólares bajo gestión.
Oppenheimer ha logrado hacerse un hueco en este negocio a golpe de adquisiciones. La firma compró en diciembre VTL Associates para impulsar su actividad en fondos cotizados, y ya maneja más de 214.000 millones de dólares en activos.
La tendencia es clara. Según una reciente encuesta elaborada por BlackRock, una mayoría de inversores institucionales planea incrementar el uso de estrategias basadas en factores durante los próximos tres años. Un proceso que, para S&P Global Market Intelligence, es una "evolución y simplificación del proceso de inversión".
Para los expertos, el smart beta ejemplifican una manera en la que los inversores pueden exponerse directamente a las estrategias que emplean factores, "a menudo a un coste más reducido que en la gestión activa".
En un reciente análisis del segmento, los expertos de Morningstar explican cómo tradicionalmente, las rentabilidades de las carteras o se pueden descomponer en la beta y en el alfa, siendo la beta la rentabilidad del mercado y el alfa el rendimiento aportado por el gestor. "Ahora bien varios estudios académicos han demostrado que el alfa puede explicarse por una serie de factores como el estilo de las compañías, el tamaño de los valores o el momentum, por citar unos cuantos".
La pregunta que se hacen los expertos es que si somos capaces de identificar y aislar estos factores, ¿por qué no invertir directamente en ellos? "Cada vez más inversores institucionales ya han adoptado este enfoque". Un enfoque que ahora se abre también al pequeño inversor con este tipo de ETFs.
En el caso de la gestora de Deutsche Bank, que recientemente ha lanzado un nuevo producto de este tipo, la entidad explica que "al ponderar en base a factores fundamentales, un índice que pondera por calidad ayuda a contrarrestar la tendencia de los índices de referencia de renta fija de favorecer la ponderación de los emisores más endeudados".