Uno de los problemas que vivieron los mercados durante el pasado mes de agosto fue la falta de liquidez. De hecho, una quinta parte de los ETF tuvieron problemas en las cotizaciones el 24 de agosto, en un contexto de reembolsos. Y es que la falta de descorrelación entre las distintas clases de activos propició […]
Dirigentes Digital
| 26 nov 2015
Uno de los problemas que vivieron los mercados durante el pasado mes de agosto fue la falta de liquidez. De hecho, una quinta parte de los ETF tuvieron problemas en las cotizaciones el 24 de agosto, en un contexto de reembolsos. Y es que la falta de descorrelación entre las distintas clases de activos propició que los inversores a corto plazo redujeran su exposición al mercado a toda prisa. No obstante, a día de hoy, la situación se ha invertido: los flujos se están dirigiendo de nuevo hacia la renta variable, aumentando la liquidez, debido a la falta de rentabilidad en otros activos y al descenso de la volatilidad, que favorece la toma de riesgos.
A estos factores hay que añadir, además, que las compañías publicaron unos resultados en el tercer trimestre que también fueron tranquilizadores. Es cierto que las empresas estadounidenses han sufrido los efectos de la fortaleza del dólar y los menores precios de las materias primas. Sin embargo, excluyendo los efectos de la energía, los resultados estuvieron en línea con las previsiones. Las estimaciones de crecimiento para este año se mantuvieron alrededor del 7% para el S&P 500, 12% para la Zona Euro y 10% para Europa. Aunque para el Viejo Continente, el significativo peso del sector energético y las materias primas en los índices tuvo un efecto mayor sobre los resultados con un beneficio de solo el 2% si se excluye el factor de las materias primas. Asimismo, algunos comentarios hechos por los dirigentes de las compañías confirmaron un aceptable nivel de actividad de los negocios en la Zona Euro y señalaron una caída en los mercados emergentes.
Aunque los mercados han recuperado el pulso, los temas de inversión, sin embargo, continuaron favoreciendo los sectores de crecimiento con alta visibilidad, que al contrario de lo que sucedió en el segundo trimestre, se han beneficiado de la mayor caída de los tipos a largo plazo y de manera más general, de los temores de un entorno de deflación. Por el contrario, las compañías de gran capitalización del segmento valor claramente registraron un rendimiento peor que el mercado.
La confirmación de un mayor crecimiento en la Zona Euro debería impulsar que los inversores regresaran a este tipo de acciones las cuales cuentan con elevados beneficios que les pueden servir de palanca para realizar operaciones que permitan ajustar los costes. Hay muchos ejemplos de acciones con una buena evolución en nuestras carteras como Peugot, Veolia y Meliá Hoteles en España, que están llamando la atención en este sentido.
En Rothschild & Cie Gestion usamos este ángulo cuando buscamos nuestras ideas de inversión, en una amplia variedad de sectores, como la construcción (Saint-Gobain, Wienerberger), medios de comunicación (Mediaset, Atresmedia), tecnología (Alcatel, STM Microelectronics) y telecomunicaciones (Telecom Italia).
Phillipe Chaumel y Didier Bouvignies, socios directores y Co-CIO de Rothschild & Cie Gestion.