Los líderes avisan

Fitch fue una de las primeras agencias de comunicación en advertir de lo que podía pasar si Syriza, la Cualición de Izquierda Radical, ganaba las elecciones en Grecia. Ahora, apenas dos semanas después d que el partido de Alexis Tsipras se alzara con la victoria, esta agencia ha vuelto a confirmar que Grecia se enfrenta a una posible rebaja de su calidad crediticia si no logra un acuerdo con sus acreedores internacionales antes del 15 de mayo. 

Fitch, que revisó de estable a negativa la deuda de Grecia antes de que se celebraran las elecciones en el país, mantiene en B- la valoración de los cuatro principales bancos griegos: Alpha Bank, Banco del Pireo, Banco Nacional de Grecia y Eurobank. 

Este anuncio sigue el camino de la advertencia que ha hecho la agencia Standard and Poor´s que acaba de degradar la calificación de la deuda de Grecia de B a B-, manteniendo al país bajo vigilancia negativa, debido a la "incertidumbre política" que vive el país desde el nombramiento de Tsipras como primer ministro.

Una incertidumbre política que en lugar de relajarse, se está acentuando en los últimos días. Tanto Tsipras como su ministro de finanzas, Yanis Varoufakis están de gira por Europa para encontrar aliados y realizar acuerdos que les permitan cumplir con su programa electoral. El punto más discutido de este es la reestructuración de la deuda griega para permitir que el país salga de la mala situación económica en la que está sumergido. 

La agencia Moody´s, por su parte, también ha considerado que el resultado de las elecciones generales en Grecia es negativo para el crédito del país, ya que prolonga el riesgo de financiación, liquidez y crecimiento económico y "debilita la confianza de los inversores". 

Miedo al contagio

Además de las agencias de calificación, las máximas instituciones económicas y los mandatarios políticos a nivel internacional también han avisado de los riesgos que pueden suponer la victoria de Syriza en Grecia, y sobre todo, de lo peligroso que puede ser para la Unión Europea que se produzca un efecto contagio y las agrupaciones más extremistas o ‘populistas’, como muchos las han denominado, lleguen al poder.

En el caso de Grecia, el jefe del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijssselbloem, y el Gobierno alemán, han rechazado ya en reiteradas ocasiones que se vaya a realizar una quita sobre la deuda de Atenas. Tanto es así, que el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, reiteró en rueda de prensa tras el encuentro con Varoufakis, su insistencia en que Grecia debe respetar los acuerdos firmados, independientemente de lo que votaran sus ciudadanos el día 26 de enero. "Respeto los resultados electorales. El problema llega cuando se hacen promesas que no son realistas a costa de terceros", afirmó el alemán.

Por su parte, el economista jefe del BCE, Peter Praet, ha lanzado una advertencia a los Gobiernos de la Unión Monetaria para que pongan de una vez por todas sus economías en orden, con el objetivo de frenar el auge de los populismos y evitar sus "recetas para el desastre". En esta línea se ha pronunciado también Mario Draghi, presidente del organismo monentario. Preguntado por la situación de España, Draghi comentó que "el desempleo es todavía muy elevado y, como en otros países, está llevando al auge de partidos que incluso no quieren ser parte del euro, que tienen posturas populistas… Y eso es algo de lo que nos tenemos que preocupar". 

Con respecto a la situación de Grecia, Draghi ha instado al nuevo Gobierno heleno a llegar "de manera rápida y constructiva" a compromisos con el Eurogrupo, que se reúne el próximo 16 de febrero, "para garantizar la estabilidad financiera".

Tal repercusión está teniendo la situación de la Unión Europea, que hasta desde el otro lado del Atlántico han llegado opiniones al respecto. El presidente estadounidense, Barack Obama ha advertido sobre la situación de Grecia que "no se puede seguir presionando a países que están en plena depresión". "Llegado un momento, se necesita una estrategia de crecimiento para poder devolver las deudas". 

Los empresarios contra el populismo

Mientras tanto, en España la situación no es mejor que en el resto de países de la Zona Euro. Podemos, denominado por muchos el Syriza español, sigue escalando posiciones y con un año de vida, ya se ha convertido en la segunda fuerza política de nuestro país, superando al PSOE en la última encuesta del CIS. 

Ana Botín, presidenta del Banco Santander, ha sido de las primeras en pronunciarse sobre el partido de Pablo Iglesias. Según Botín, todos los partidos y la banca, incluyendo Podemos, tienen un interés común en trabajar "juntos" para el retorno del crecimiento económico en España. Francisco González, presidente del BBVA también ha hablado de Podemos. Preguntado por si lo considera una formación populista, respondió: "No sé lo que es Podemos. Dicen que las cosas se han hecho mal y tienen razón, pero no dicen como se arreglan". Otro banquero, José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, ha advertido al respecto que el derecho al crédito debe estar unido irreversiblemente al derecho de cumplimiento de las obligaciones. "No he visto su programa, pero una sociedad sostenible y sana tiene que relacionar siempre los derechos y las obligaciones", asegura.

En cuanto a los dirigentes del sector de las telecomunicaciones, uno de los más importantes de nuestro país también han manifestado sus opiniones al respecto. El presidente de Telefónica, Cesar Alierta, ha hecho un llamamiento a lo dos grandes partidos tradicionales para que garanticen una estabilidad política que considera "fundamental" para la buena marcha de la economía española, antes de sentenciar que, en su opinión, el partidismo sí funciona. Leopoldo Fernández Pujals, presidente de Jazztel ha sido bastante menos comedido en sus palabras, y ha comparado el discurso del líder de Podemos con el del ex presidente de Cuba, Fidel Castro, en 1959. Para el empresario, el resurgir de Podemos en España se debe a los casos de corrupción que salpican en los últimos años el panorama político del país.

La misma percepción tiene Antonio Brufau, presidente de Repsol. Brufau ha comentado que Podemos ha registrado su auge porque en España "las cosas se han hecho muy mal". Sin embargo, el presidente de Repsol, apela al sentido común de la gente a la hora de votar. José Luis Bonet, máximo dirigente de Freixenet apela por su parte a la valía de los empresarios para adaptarse si finalmente Podemos llegara al Gobierno. "No contemplo que ganen, pero los empresarios siempre se adaptan. No comparto el ideario de Podemos porque creo que al país no le conviene", recalcó.