Los mercados recibieron con incertidumbre la publicación de las últimas actas de la Reserva Federal de Estados Unidos en la que se habló que el organismo puede ser “paciente” antes de la próxima subida de tipos de interés a la espera de que se confirme que los datos de baja inflación son transitorios. Una incertidumbre […]
Dirigentes Digital
| 24 ago 2017
Los mercados recibieron con incertidumbre la publicación de las últimas actas de la Reserva Federal de Estados Unidos en la que se habló que el organismo puede ser “paciente” antes de la próxima subida de tipos de interés a la espera de que se confirme que los datos de baja inflación son transitorios. Una incertidumbre que se podría resolver en la reunión de banqueros centrales que se celebra entre el 24 y el 26 de agosto en Jackson Hole, un pueblo ubicado en el condado de Teton en el estado de Wyoming en Estados Unidos. Esta cumbre anual podría ser la última para Janet Yellen si finalmente es reemplazada a comienzos del año que viene como se espera, según Luke Bartholomew, estratega de inversión de Aberdeen Standard Investments. Los mercados esperan escuchar pistas sobre cuales podrían ser los planes para la política monetaria de Estados Unidos teniendo en cuenta que los inversores esperan una reducción del balance -siete años desde que Ben Bernake prácticamente anunció el QE2- y una subida de tipos de interés antes de que finalice el año. Además, Luke Bartholomew, estratega de inversión de Aberdeen Standard Investments, destaca que la reunión de Jackson Hole de este año podría producir el sentimiento de final de una era debido a que “hay un mayor sentimiento de que bajo la administración de Trump el enfoque tecnócrata de la Fed está cada vez más desacreditado”. El debate de los bancos centrales en Jackson Hole se centrará en cómo lidiar con futuras crisis. “La realidad es que las herramientas convencionales que han utilizado en el pasado simplemente no serán tan efectivas en el futuro con unos tipos de interés que probablemente serán permanentemente bajos. Esto podría bien llevar a debates sobre si elevar el objetivo de inflación o cambiar la manera en que esos objetivos funcionan” añade Bartholomew. Respecto al BCE, los mercados estarán pendientes de nuevos mensajes sobre la política monetaria después de que el pasado 17 de agosto publicase las actas de su última reunión en las que quiso evitar mandar señales prematuras al mercado. En la últimas semanas se han creado expectativas sobre el discurso de Draghi del próximo viernes, en el que muchos inversores esperaban que fuera el saque inicial en el debate del BCE sobre cómo recalibrar la política monetaria dado el sólido crecimiento, la rápida caída del desempleo y la persistente débil inflación subyacente. “El BCE continuará repitiendo su mantra perverso hasta al menos Jackson Hole a finales de agosto, y posiblemente sólo dará indicaciones muy cautelosas sobre la forma de disminuir el QE en septiembre, esperando hasta octubre para ofrecer más detalles, dependiendo de la evolución del tipo de cambio y de los datos económicos” destaca Laurence Boone, Research & Investment Strategy Axa IM.