11.594 puntos. Es el nivel que rondaba el Ibex 35 justo un día antes de la celebración de las elecciones del pasado 24 de mayo. Un día después de los comicios, la Bolsa española caía un 2%. Pero ninguna de las grandes firmas atribuía este descenso al auge de los partidos ’emergentes’. La caída era […]
Dirigentes Digital
| 19 jun 2015
11.594 puntos. Es el nivel que rondaba el Ibex 35 justo un día antes de la celebración de las elecciones del pasado 24 de mayo. Un día después de los comicios, la Bolsa española caía un 2%. Pero ninguna de las grandes firmas atribuía este descenso al auge de los partidos ’emergentes’. La caída era lógica en una sesión de especial tensión entre Grecia y Bruselas, sin contar además con la referencia de Wall Street, cerrado por festivo aquel 25 de mayo.
Esta semana, con el selectivo luchando por recuperar los 11.000 puntos, los expertos tienen claro que "la economía y la política se mueven cada vez de una forma más divergente". Sin embargo, en el ambiente se nota cierta preocupación por el riesgo político. No tanto por el resultado de las municipales, sino por cómo afectará un cambio en las elecciones generales al sentimiento de los inversores internacionales, especialmente influenciados por medios anglosajones que siguen muy de cerca las novedades en la política española.
"El mercado es poco amigo de los cambios" explica Óscar Germade, analista técnico de la firma. "Los inversores extranjeros temen que haya cambios, lo que podría poner en peligro la inversión extranjera en el mercado español", indican desde la firma. Sin embargo, recuerdan que la macro mitigará lo suficiente para diluir el efecto de un posible cambio político en el país.
Aún así, y teniendo muy presente esta incertidumbre, la mayoría de los expertos ha preferido prevenir sus carteras apostando por valores más ligados al ciclo de la recuperación, tanto en España como en Europa, dejando en un segundo plano aquellos sectores que puedan verse perjudicados por la suspensión de contratos o por un menor apetito de los inversores extranjeros.
Odiosas comparaciones
La principal preocupación de los inversores internacionales es que una fragmentación del Congreso reste potencial a la Bolsa española frente a sus pares europeos, ante la posibilidad de que se frene el ritmo de reformas. Pero nadie apunta ya a que la situación nacional se asemeje, ni de lejos, a la de Grecia. No hay más que ver la evolución de la prima de riesgo nacional, que, pese al reciente repunte de las TIRes con el bono a 10 años rondando el 2,3%, se mantiene en el entorno de los 145 puntos básicos.
En una reciente conferencia ante inversores institucionales, José Ramón Iturriaga, gestor de Abante Asesores, aseguraba que los inversores internacionales no deben temer ningún impacto en el mercado nacional. "Es más una percepción de los medios internacionales "que buscan grandes titulares" y de la opinión de los propios españoles. A su juicio, "no hay riesgo de que España se convierta en un país extremista, ni de una radicalización de la política, que es lo que verdaderamente preocupa a los inversores extranjeros".
También da la espalda a la teoría del ‘apocalipsis electoral’ Lola Solana, gestora de Santander Asset Management, insistiendo en que lo importante es que los políticos, sean del color que sean, "apoyen a las empresas con inversión, atraigan turismo y al inversor extranjero, bajen los impuestos a los ciudadanos para que mejore la renta disponible, el consumo, y, así, se creará empleo".
Iván Martín, director de inversiones de Magallanes Value Investors, lanza en este sentido un consejo a los inversores: "Cuando el horizonte temporal en las inversiones es realmente a largo plazo, el color del partido político es casi irrelevante", asegura, aunque recomienda estar atentos a aquellas compañías cuyos ingresos dependen del Estado.