Tras una prolongada reunión en la que se votaba una propuesta de la coalición soberanista catalana Junts Pel Sí (JxSí) para investir a Mas a cambio de la aprobación de una serie de medidas sociales y económicas, la votación de los militantes de la formación anticapitalista, cuyo apoyo necesita JxSí al no contar con mayoría […]
Dirigentes Digital
| 27 dic 2015
Tras una prolongada reunión en la que se votaba una propuesta de la coalición soberanista catalana Junts Pel Sí (JxSí) para investir a Mas a cambio de la aprobación de una serie de medidas sociales y económicas, la votación de los militantes de la formación anticapitalista, cuyo apoyo necesita JxSí al no contar con mayoría parlamentaria, acabó en empate a 1.515.
Hasta ahora la formación anticapitalista se ha negado a que Mas fuera reelegido por los recortes de los últimos años y por las acusaciones de corrupción que salpican a Convergència Democràtica de Catalunya. De no elegirse presidente antes del 9 de enero el día siguiente se convocarían automáticamente nuevas elecciones para marzo, que serían los cuartos comicios en la región desde 2010.
Antonio Baños, diputado regional de la CUP, emplazó a JxSí a mover ficha hasta que la CUP vuelva a reunirse el próximo 2 de enero. "Estamos dispuestos a debatir políticamente cualquier poroposición de Junts pel Sí, (…) este resultado también les abre la oportunidad a ellos de que se muevan, y de que presenten o una nueva oferta o un nuevo candidato o lo que ellos consideren", dijo en rueda de prensa.
Según explica Reuters, las dos agrupaciones han estado negociando desde las elecciones el 27 de septiembre, que Mas planteó en clave plebicistaria sobre la independencia ante la oposición del Gobierno español a un referéndum legal vinculante tras el auge soberanista en la región en los últimos años. En esas elecciones, los partidos independentistas obtuvieron el 47,7% de apoyos, lo que refleja la división en la sociedad catalana respecto a la independencia.
Un acuerdo entre JxSí y la CUP desbloquearía la hoja de ruta secesionista, en un momento en el que en España hay un gobierno en funciones tras unas elecciones generales que no han sido concluyentes, con difíciles opciones de gobernabilidad.
Los resultados de estos comicios nacionales en la región, con notable pérdida de peso de los tradicionales PP y PSOE y con el partido antiausteridad Podemos como el más votado, pusieron de manifiesto la voluntad del derecho a decidir de los catalanes y complican las ecuaciones de pactos para formar gobierno en el Congreso nacional ya que el proceso en Cataluña es una línea roja para muchos partidos en uno u otro sentido.