La máxima dirigente del banco siempre pone el acento, en sus intervenciones públicas, en la dificultad de operar en todos los mercados en los que está presente por las exigencias regulatorias. Su preocupación no es baladí y se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza en Estados Unidos. Santander Holding USA, que aglutina la […]
Dirigentes Digital
| 23 feb 2015
La máxima dirigente del banco siempre pone el acento, en sus intervenciones públicas, en la dificultad de operar en todos los mercados en los que está presente por las exigencias regulatorias. Su preocupación no es baladí y se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza en Estados Unidos. Santander Holding USA, que aglutina la banca comercial de Sovereing y la financiera de automóviles, lleva varios meses en el punto de mira de los reguladores. Desde que el pasado mes de marzo la Reserva Federal (Fed) exigiera nuevos recursos de capital tras suspender los test de estrés, el banco no logra enderezar la situación.
La Fed bloqueó el dividendo de la filial de autos para capitalizar el balance, con el consiguiente problema de la pérdida de ingresos para la matriz. Pero la entidad hizo caso omiso a la advertencia del banco central y la financiera repartió beneficios. Posteriormente, en septiembre llegó a un acuerdo por el cual no repartiría dividendo sin la autorización expresa de la Fed, en cualquiera de sus filiales.
Fuentes del sector en Estados Unidos, apuntan que la filial de Santander podría volver a suspender las pruebas de la Fed que se publicarán el próximo cinco de marzo, a las que están obligadas a someterse las filiales de los grandes bancos extranjeros. De producirse el dividendo seguirá bloqueado hasta el banco recapitalice la entidad.
Además, la financiera tiene abierto un expediente del Departamento del Consumidor de Nueva York (DCA por sus siglas en inglés) investiga a dos de sus filiales por la concesión de préstamos de alto riesgo para comprar coches de segunda mano, que podría terminar en duras sanciones económicas.